Las personas que disparan al aire no se preocupan de las consecuencias, ponen en peligro su propia vida y la de los demás.
Cada cierto tiempo un hogar guatemalteco es enlutado debido a una bala perdida.
En nuestros días, es muy habitual que las personas efectúen disparos al aire con consecuencias fatales.
Este miércoles un menor de 8 años de edad sufrió una herida por proyectil de arma de fuego en la región del cráneo.
Según indican familiares, el menor se encontraba durmiendo en su habitación cuando ingresó la bala por el techo y le impactó en el rostro.
De inmediato los familiares dieron aviso a los Bomberos Voluntarios que, al llegar, le revisaron los signos vitales, lo estabilizaron y trasladaron a la emergencia del Hospital Roosevelt en estado delicado.
El incidente se registró en la 9a avenida “D” colonia el Paraíso zona 5 de Villa Nueva.
Según la Ley de Armas y Municiones, en su artículo 127, disparar sin causa justificada es motivo de prisión de uno a tres años.