Salma Hayek había perdido la esperanza de protagonizar algún día una película de acción tras quedarse sin el papel de Trinity en ‘Matrix’ por no haber superado las pruebas físicas.
Sin embargo, cuando menos lo esperaba, se le presentaron dos oportunidades de cumplir ese sueño: la comedia ‘The Hitman’s Wife’s Bodyguard’, en la que da vida a una criminal con un talento especial para la violencia, y la adaptación al cine de los cómics ‘The Eternals’.
Irónicamente, en un primer momento ella rechazó la posibilidad de reunirse con los responsables del universo Marvel porque estaba convencida de que, con 54 años recién cumplidos, no querrían precisamente que peleara en la gran pantalla. ‘Les dije que lo olvidaran. Pensé: ‘A saber qué tipo de abuela quieren que interprete”, le ha confesado ahora al portal Entertainment Weekly para añadir, en su defensa, que no es habitual que se la considere para papeles de superheroína. ‘Estoy acostumbrada a que me pidan que sea una extra o una prostituta vieja’.
Por suerte, llegó a sus oídos que el filme correría a cargo de la cineasta Chloé Zhao, que este mismo año ganó un Óscar a la mejor dirección por ‘Nomadland’, y así fue como acabó convirtiéndose en el personaje de Ajak, uno de los miembros más importantes de una familia de inmortales que viven entre los humanos desde hace siete mil años para protegerles de unos seres malignos. Si a Salma aún le quedaba alguna duda acerca del potencial de la historia, lo que terminó de convencerla fue enterarse de que el suyo se trataba de un papel creado inicialmente para un hombre, pero que Zhao había pensado en ella para darle un giro inesperado.