Chile se convierte en el 31.º a nivel mundial en adoptar el matrimonio igualitario y aborda la filiación, la adopción conjunta y las técnicas de reproducción
La nueva ley deja sin efecto las disposiciones legales discriminatorias que existían en el país contra las parejas del mismo sexo en materia de filiación, adopción conjunta y técnicas de reproducción humana asistida, entre otras cuestiones.
También elimina el requisito de que las personas transgénero casadas se divorcien si desean que se reconozca legalmente su género.
Este reconocimiento de los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT) de Chile es el resultado de años de incidencia sostenida por parte de activistas chilenos.
En 2012, la Corte Interamericana de Derechos Humanos concluyó que Chile había violado los derechos de una madre que perdió la custodia de sus hijas por convivir con ellas y con su pareja del mismo sexo.
Fue la primera vez que el tribunal regional determinó que la Convención Americana sobre Derechos Humanos no permite la discriminación por razones de orientación sexual e identidad de género. La sentencia exigió que Chile reconociera los derechos parentales de la madre y los derechos de las hijas a no sufrir discriminación por la orientación sexual y la identidad de género de sus progenitores.
A través de una ley de unión civil de 2015 se consiguieron avances en la protección de la diversidad familiar. La ley permitió que las parejas del mismo sexo y las parejas heterosexuales celebraran uniones civiles, pero no estableció igualdad de derechos, por ejemplo, en lo referido a la filiación y los derechos de adopción.
En 2017, la expresidenta Michelle Bachelet presentó un proyecto sobre matrimonio igualitario ante el Congreso chileno luego de haber firmado una solución amistosa con activistas que solicitaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que exigiera que Chile asegure el matrimonio igualitario.
Tras cuatro años de gestiones políticas en el Congreso, hoy ese órgano aprobó una versión modificada del proyecto de Bachelet, que está previsto que refrende el presidente Sebastián Piñera.
En el contexto de la región, Chile se suma a la Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay como países que brindan acceso al matrimonio a las parejas del mismo sexo. En México, 24 estados han reconocido el matrimonio igualitario, mientras que en los otros 8 estados las parejas del mismo sexo pueden casarse, pero deben antes obtener un amparo judicial.
Con la adopción de esta ley, Chile consigue adecuar su legislación a la opinión histórica que emitió en 2017 la Corte Interamericana, en la cual estableció que todos los derechos que se aplican a las relaciones de familia de las parejas heterosexuales deben extenderse también a las parejas del mismo sexo. Todos los Estados parte de la Convención Americana deberían seguir el ejemplo de Chile.