Wilfredo Sánchez Vásquez, que trabajaba como seguridad de la pareja de esposos, Álvaro Raúl Tejada Kroner y Marila Augusta Laorni Chiurlo, es el principal sospechoso de asesinarlos y luego enterrar sus cadáveres en el jardín de su residencia en la zona 14 de la Ciudad.
En seguimiento a un hecho de violencia suscitado el 14 de octubre 2021, donde fue encontrada una pareja semienterrada en el jardín de su residencia, investigadores de la #DEIC de la sección contra homicidios, en coordinación con el Ministerio Público, llevaron a cabo dos allanamientos en aldea San José, Comapa, Jutiapa.
Como resultado de esas diligencias en uno de los domicilios se captura a Wilfredo Sánchez Vásquez, de 28 años, quien es requerido por un Juzgado de Guatemala por los delitos de asesinato y simulación de delito, orden de fecha 13 de enero del presente año; es importante mencionar que el capturado trabajaba como seguridad de la pareja asesinada.
Antecedentes
La pareja había sido reportada como desaparecida el viernes 8 pero fue hasta el lunes 11 que se colocó una denuncia de secuestro y desde ese día el Comando Antisecuestros se encargó del caso.
El jueves 14 del mismo mes, un equipo de investigadores del Ministerio Público (MP), llegaron a la vivienda de los Tejada a buscar indicios que les permitieran aportar detalles al caso y se tenía previsto hacer una prueba de luminol, para detectar manchas de sangre; sin embargo, no localizaron nada.
Lo que los alertó fue un olor fétido que emanaba del jardín por lo que decidieron excavar en ambos patios y en uno localizaron el primer cadáver, mientras que en otro patio tuvieron que trabajar durante más de 1 hora para encontrar el otro cuerpo, que había sido enterrado a gran profundidad.
Las fuentes detallan que ambos cuerpos estaban enterrados boca abajo y que no se pudo establecer la causa de muerte debido al grado de descomposición de los cuerpos.
Los investigadores dijeron que el área donde están los patios de la vivienda tiene mucha vegetación y eso pudo haber impedido que vecinos de casas y edificios contiguos hubieran podido ver el momento cuando enterraban los cuerpos.
