Milagrosamente un hombre borracho sobrevivió tras ser arrollado por un tren de carga, no obstante, el accidente lo llevó a perder su pierna y parte de su mano derecha.
El año pasado, Jonathon Smith, de 26 años, cayó a las vías después de tomar demasiados tragos en un partido de la NFL en Cleveland, Ohio.
Pero tuvo la suerte que pocos tienen pues tras el impacto, el tren empujó su cuerpo inconsciente fuera del camino en lugar de succionarlo debajo.
Ahora, Smith comparte videos en TikTok bajo el nombre de ‘Seven Finger Assassin’, en los que muestra cómo es su vida de que le amputaron la mitad inferior de la pierna, además de los dedos medio, anular y meñique de su mano derecha.
Sobre cómo luce ahora su mano, el hombre señala que ahora parece tener “un dedo súper largo”.
Una semana previa al accidente, el joven viajó a Cleveland con seis de sus amigos de la infancia para el Draft de la NFL y para ver algo de béisbol.
Al tercer día, el grupo fue a un casino a tomar unas copas y, aunque no era un “gran bebedor”, terminó emborrachándose y salió del lugar.
Lo siguiente que recuerda es haber visto a una enfermera tomándole la presión arterial, tras despertar en un hospital de un coma inducido médicamente 15 días después.
“En general, el conductor es el héroe de esta historia”, dijo Jonathon, y agregó que, además de una fractura de cráneo, se había roto las cuencas de los ojos, la nariz, la mandíbula, las costillas y tres dientes.
De acuerdo con su relato, tras el impacto el conductor “Saltó de inmediato y envolvió mis brazos y piernas con torniquetes y llamó a una ambulancia”, detalló.
Al despertar, los médicos le informaron que el tren le había hundido las espinillas y le había empujado los huesos a través de la piel de las piernas, y que también tenía rotas ambas rótulas.
Aunque los médicos habían logrado volver a atornillar su pierna izquierda con placas y varillas mientras el joven permanecía en coma, al despertar le dijeron que su pierna derecha no tenía pulso porque las venas habían muerto.
En ese punto, sus opciones eran someterse a hasta 12 cirugías más para tratar de salvar su extremidad o elegir la amputación.
Según dice, en ese momento tomó la que fue “la decisión más fácil” de su vida, y comentó que le dijo al personal que “simplemente tomara esa maldita pierna”.
Posteriormente, pasó 15 días más recuperándose y luego cuatro meses aprendiendo a caminar con un andador y finalmente con su prótesis en la pierna.