Los coyotes no trabajan solos en la frontera de México y Estados Unidos, tienen como cómplices a varios agentes de la patrulla fronteriza que cobran miles de dólares por hacerse de la vista gorda para dejar pasar a los indocumentados.
Un exoficial de la Patrulla Fronteriza obtuvo miles de dólares de un contrabandista de migrantes con quien coordinaba el paso de indocumentados en Arizona; ambos enfrentan acusaciones que los llevarán a prisión y una multa de hasta $250 mil dólares
Luis Alfredo Quintero-González, de 36 años, originario de México, se declaró culpable el pasado 11 de agosto de conspiración para cometer soborno y contrabando de extranjeros, indican documentos del Departamento de Justicia.
Su sentencia está programada para el 25 de octubre de 2022 ante la jueza de distrito de los Estados Unidos, Jennifer G. Zipps.
Sin embargo, Quintero-González no actuó solo, ya que evidencia recopilada durante la investigación estableció que pagó hasta $64,000 dólares al oficial migratorio Carlos Passapera, para dejar pasar a los migrantes.
“Mientras trabajaba como agente de USBP (Patrulla Fronteriza), Passapera recibía comunicaciones de Quintero-González y luego recogía a los no ciudadanos indocumentados a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México cerca de Lukeville, Arizona”, indicó el reporte judicial.
Passapera tenía como objetivo pasar de contrabando a las personas a través de los puntos de control de la Patrulla Fronteriza. El agente luego entregaría a las personas en un punto en Phoenix.
Ambos implicados enfrentan procesos judiciales por separado, pero el Departamento de Justicia indica que una condena por conspiración para cometer soborno y contrabando de extranjeros conlleva una pena máxima de cinco años de prisión.
“Passapera fue acusado por separado por su participación en la conspiración en el caso CR-20-01706-TUC-JGZ-MSA y se declaró no culpable”, indicaron las autoridades.
Por ello el exoficial migratorio enfrentará un juicio el 3 de abril de 2023 ante la jueza Zipps, la misma que lleva el caso del “coyote” mexicano.
Este caso destaca en medio del incremento de encuentros de inmigrantes con autoridades fronterizas, que en el año fiscal 2022 podría llegar a dos millones, imponiendo un récord.