Reino Unido ya tiene un plan para cuando se registre el fallecimiento de la reina Elizabeth II, quien recientemente cumplió setenta años siendo la principal figura monárquica del país, así lo revela un documento oficial, que fue filtrado por el portal especializado Político.
La operación “London Bridge”, como se ha bautizado a la agenda de 10 días post mortem de “su majestad”, contiene una particular serie de pautas en la que se contemplan todos los pormenores que tendría el acto protocolario del histórico momento.
Como dicta la lógica de una noticia de relevancia mundial, el primer punto a tener en cuenta para el momento de la muerte de la reina es la eficacia comunicativa.
Según se puede leer en el escrito del Gabinete británico, el primer paso es informar con prontitud al primer ministro, en este momento Mary Elizabeth Truss, y todo su equipo ministerial.
Pasó seguido, se emitirá un comunicado oficial para informar el hecho a la opinión pública.
Uno de los primeros actos simbólicos que se tienen programados para la fatídica fecha tiene que ver con izar a media asta las banderas del Palacio de Buckingham y WhiteHall, la calle donde se concentra el gobierno y donde hace tres siglos vivía la familia real.
Acorde a estos tiempos de revolución digital, Internet tendrá un rol vital en la estrategia oficial.
Conforme se constata en el escrito, el sitio web de la casa monárquica tendrá un fondo negro con una pequeña confirmación de la muerte de la reina. Los portales del gobierno también tendrán banners negros en sus plataformas y fotos de perfil.
Asimismo, las redes sociales oficiales se “congelarán” y no habrá más contenido que la trágica noticia.
Ningún funcionario podrá comentar lo sucedido hasta que el primer ministro no lo haga. Tras su discurso, el jefe político se reunirá con el nuevo rey: hasta el momento, Charles, príncipe de Gales.
Luego, habrá un minuto de silencio nacional y se declarará Día de Luto Nacional.
La conmemoración religiosa se llevará a cabo en la Catedral de St. Paul, en el centro de Londres.
El segundo día
Escasas 24 horas después del fallecimiento de la reina Elizabeth II, será proclamado el rey Charles como nuevo soberano.
La etiqueta del acto protocolario exigirá que no se puedan portar adornos ni accesorios.
El Parlamento se reunirá de manera extraordinaria para expresar un mensaje de condolencias. Las actividades legislativas seguirán suspendidas por 10 días más.
Caída la tarde, se reunirán los ministros con el nuevo rey. Según estipula el documento filtrado, no se permitirá que asistan las esposas.
El tercer día
Dependiendo del lugar donde la reina fallezca, se establecerá un operativo terrestre o aéreo para transportar su féretro hasta el Palacio de Buckingham.
El cuarto día
Tras toda la actividad fúnebre, el nuevo rey realizará una gira por las grandes ciudades del Reino Unido para coordinar sus primeros acercamientos.
El quinto día
La idea es que, cumplidas 100 horas de la muerte de la reina, los funcionarios oficiales coordinen un ensayo de traslado del ataúd desde el Palacio de Buckingham al de Westminster, casa del parlamento británico.
“Operación León”, se llamará esa procesión.
El sexto día
El sexto día se llevará a cabo el traslado del ataúd al Palacio de Westminster.
Del séptimo al décimo día
Durante prácticamente 72 horas ininterrumpidas, el féretro de la reina Elizabeth estará disponible para que los ciudadanos lo visiten.
Según reseña el documento filtrado, se emitirán boletos preferenciales para que los altos cargos tengan agendado un horario especial de velación.
El código secreto con el que se conoce este plan de ruta es “Pluma”.
Día once
El día once se llevará a cabo el funeral oficial de la reina Elizabeth.
De acuerdo con lo programado, la monarca sería enterrada en la Capilla Conmemorativa del Rey Jorge VI en el Castillo de Windsor, sede histórica de la familia real.