Corea del Norte ha lanzado 23 misiles balísticos en lo que va de 2022 —la mayor cantidad en un año desde que asumió el poder Kim Jong Un—, pero solo uno de ellos sobrevoló el territorio de Japón, marcando una escalada considerable en su programa de prueba de armas. Estos pueden ser los motivos de su decisión.
Pyongyang suele disparar sus misiles a las aguas que se encuentran frente a la costa de la península de Corea, lo que hace que el vuelo sobre Japón, el primero desde 2017, sea considerablemente más provocador. Y esto se da tanto por razones prácticas —la posibilidad de que impacte sobre población civil, por ejemplo—, como simbólicas.
Jeffrey Lewis, director del Programa de No Proliferación de Asia Oriental en CNS, dijo al respecto que se trata de una escalada porque “es provocativo disparar un misil sobre tu vecino”. “Especialmente para los japoneses, se siente como una violación de su soberanía”, dijo Lewis.
Según expertos, es una señal de las ambiciones de Kim para el desarrollo de armas de Corea del Norte y de lo que está por venir.
Las razones de Corea del Norte para lanzar el misil por encima de Japón pueden ser de carácter práctico, según Joseph Dempsey, investigador de Defensa y Análisis Militar en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.
Normalmente, Pyongyang prueba los misiles de mayor alcance en una trayectoria elevada y estas caen al oeste de Japón. Esas pruebas de altitud, sin embargo, “no presentan un perfil de vuelo realista” por lo que “pueden quedar algunas dudas sobre la fiabilidad del misil si alguna vez tuviera que ser utilizado operativamente, en particular su capacidad de soportar las diferentes fuerzas que se ejercen sobre él y también su precisión relativa en rangos más largos”, dijo Dempsey.
En otras palabras, hacer la ruta de vuelo que hizo le permite a Corea del Norte medir su precisión y su capacidad de resistencia mejor que con los test habituales.
Cuando Corea del Norte hizo ese lanzamiento, también se interpretó como un intento de mandar un mensaje a Estados Unidos, ya que en ese entonces recorrió una distancia equivalente a la del país y Guam, un territorio estadounidense que Pyongyang había amenazado.
En este caso, la distancia que recorrió el misil hasta caer en el océano Pacífico, según los reportes, fue incluso mayor de la que separa a Corea del Norte y Guam: cubrió unos 4.600 km, mientras que entre los dos territorios hay 3.380 km.