Este miércoles más de treinta personas fallecieron y más de 80 personas resultaron heridas a causa de un choque de dos trenes que iban en el mismo carril.
El ministro de Transporte de Grecia, Kostas Karamanlis, ha anunciado su renuncia, horas después de que al menos 36 personas perdieran la vida al colisionar dos trenes la noche de este martes a las afueras de la ciudad de Larisa.
“Cuando ocurre algo tan trágico, no es posible seguir adelante como si no hubiera ocurrido. Llevo pocos años en política, pero considero un elemento esencial de nuestra democracia que los ciudadanos de nuestro país confíen en el sistema político. Esto se llama responsabilidad política”, declaró el alto funcionario, citado por medios locales.
Según el último balance, el número de heridos asciende a 85, de los que 72 se encuentran hospitalizados, seis de ellos en cuidados intensivos. A su vez, se eleva a 40 el número de muertos en el accidente.
Mientras, las autoridades temen que pueda aumentar la cifra de muertos a causa del choque, ocurrido entre un tren de pasajeros y otro de mercancías. Un total de 354 personas viajaban en los ferrocarriles, entre ellos 12 empleados.
En el momento del accidente, el tren de pasajeros se dirigía a la ciudad de Salónica desde Atenas. Algunos vagones se volcaron mientras que otros quedaron completamente destruidos. Además, en el lugar de los hechos se produjo un incendio, que dejó a muchas personas con quemaduras. De momento, se desconoce por qué ambos vehículos circulaban por la misma vía.
Entretanto, la Policía ya ha arrestado al jefe de la estación de Larisa, que ha sido señalado como presunto culpable del accidente. Entre otros cargos, se le imputa el de homicidio por negligencia.