Un sangriento tiroteo que se produjo en la cabecera municipal de San Martín Jilotepeque de Chimaltenango que dejó el saldo de dos guardias de seguridad privada muertos, luego que se enfrentaron a balazos con cuatro desconocidos quienes trataron de robar el dinero a un picop de valores, luego del fallido asalto los criminales se dieron a la fuga una camioneta agrícola de color beige quienes escaparon rumbo no establecido.
El acto criminal ocurrió hoy por la mañana cuando los maleantes descendieron del vehículo para tomar por asalto a un vehículo de valores que llegaron a dejar el dinero para las transacciones del día, cuando se produjo la balacera, en donde los custodios repelieron el ataque aunque sacrificaron sus vidas no permitieron el robo millonario, mientras los vecinos se alarmaron por las detonaciones de arma de fuego tipo fusil que portaban los delincuentes, en el lugar quedaron abatidos los cadáveres de dos guardias, mientras los rescatistas brindaron el soporte vital avanzado a María Laura Sunuc Tay de 36 años y Toribio López, de 54 años, que fueron trasladados al Hospital Nacional de Chimaltenango.
Mientras la Policía Nacional Civil, realizó diversos operativos de cierre de rutas en diferentes puntos, pero no hicieron contacto con los miembros de la estructura criminal que lograron huir del lugar, aunque en el informe preliminar de la Policía Nacional Civil, indica que fue un intento de robo en la agencia bancaria. Luego de las diligencias legales el Ministerio Público ha identificado a los custodios como Yensil Omar Galicia de 26 años y Ernesto Cac de 46 años.
El Ministerio Público, procedió a realizar las diligencias correspondientes, para el levantamiento de los cadáveres de los dos custodios, también verificaron la puerta de acceso del banco está perforado a tiros hasta fue tumbado al suelo el vidrio, así mismo van detrás de las cámaras de vigilancia para identificar a los malhechores.
Tanto los Bomberos Voluntarios y Municipales Departamentales que cubrieron la emergencia constataron que los dos guardias de seguridad privada ya no tenían signos vitales por las heridas que presentaba en diferentes regiones del cuerpo.
