Durante los cuartos de final del Torneo Clausura en El Salvador ocurrió una estampida humana que dejó doce personas fallecidas y cientos de heridos.
La Comisión Disciplinaria de la Federación Salvadoreña de Futbol (Fesfut) decretó una multa económica para el Alianza y el Futbolistas Asociados Santanecos (FAS) por el uso de pólvora antes de un incidente que provocó la muerte de 12 aficionados y cientos de lesionados en el Estado Cuscatlán, en la capital.
De acuerdo con la resolución, compartida este martes a los medios de comunicación, dicha comisión estableció una multa de 1,000 dólares a la Alianza y 4,000 dólares para el FAS por “ingreso y quema de pólvora” en el recinto deportivo.
“Las sanciones impuestas son de obligatorio cumplimiento, concediendo el plazo de tres días calendario contados a partir de la fecha de la notificación de estas sanciones para el pago de dichas multas”, señala la resolución.
El encuentro fue suspendido al minuto 18 debido a una estampida humana en la zona sur general del estadio que se cobró la vida de 12 aficionados aliancistas.
La multa impuesta al Alianza se suma a una de 30,000 dólares que debe pagar antes del 21 de julio, por no garantizar las medidas de seguridad “contundentes” el día del partido, ya que el club jugaba de local.
La Comisión Disciplinaria determinó la noche del lunes que el Alianza por “su condición de club local, incumplió las obligaciones” que le impone el Código Disciplinario del futbol salvadoreño “al no aplicar normas de seguridad adecuadas para garantizar el orden en el estadio y el normal desarrollo del juego”.
Agregó que no se cumplieron las “medidas de seguridad que exigían las circunstancias antes y durante el partido, siendo su obligación incluso anticiparse a incidentes imprevistos”.
Dicha Comisión también determinó que, en los siguientes dos torneos, Alianza dispute sus partidos de local a puerta cerrada. Además, otorgó el triunfo del partido en el que se produjo la tragedia al FAS y el pase a las semifinales.
La muerte de estas 12 personas, que se convierte en la mayor tragedia deportiva en el país centroamericano, ha consternado a la población salvadoreña en general y ha tocado con más fuerza a los amantes del balompié nacional.
