martes, noviembre 5, 2024

La vez que Alan Ritchson pensó que su físico le ayudaría y le costó un papel en Marvel

El actor, ahora intérprete de Reacher, creyó que por su apariencia le darían el papel de Thor; sin embargo, le salió el tiro por la culata.

Antes de que Marvel apostara por la expansión de su universo cinematográfico, las películas de superhéroes estaban manchadas por los estereotipos del pasado moldeados por producciones que inclinaban la balanza hacia los espectáculos pomposos de efectos especiales y dejaban a un lado la profundidad narrativa. Daredevil, Los cuatro fantásticos, Batman y Robin, Linterna verde, Ghost Rider o Gatúbela fueron algunas de las producciones que ayudaron a crear esta aura de superficialidad insulsa.

Por ese motivo, no es de extrañar que un intérprete se plantara en el casting de Thor en 2010 y no se lo tomara en serio. Que creyera que sus músculos y atractivo físico eran suficientes para ganarse el puesto de protagonista. Pero se equivocaba y se lo hicieron saber enseguida.

El bochorno lo vivió Alan Ritchson, el actor de 41 años que actualmente protagoniza la exitosa adaptación de Reacher con sus dos temporadas en Amazon Prime Video (y una tercera en desarrollo). Lo contó en una entrevista para “Men’s Health”, confesando que estaba convencido de que los agentes de casting lo elegirían con solo verlo, creyendo que el talento interpretativo era lo de menos en esta saga.

“No me lo tomé en serio”, explica al recordar el casting. “Pensaba ‘me darán el papel si me parezco al tipo, a nadie en realidad le importa la actuación’”. Sin embargo, el equipo de casting buscaba precisamente lo contrario y le dijeron a sus representantes que el actor no había demostrado tener “el talento”. Y a continuación le dieron el papel a Chris Hemsworth.

Alan Ritchson tenía unos 27 años cuando se presentó en aquel casting, aparentemente pecando de pura inexperiencia, inmadurez o por haberse quedado estancado en aquella noción en torno al cine de superhéroes que explicaba al principio. Esa que convirtió a George Clooney en uno de los peores Batman del cine o a Los cuatro fantásticos en una adaptación de plástico. Porque solo tenía que prestar un poco de atención a su alrededor en la industria para ver que el género estaba buscando cambiar las cosas.

Christopher Nolan había elevado el género dos años atrás para DC Comics con Batman: El caballero de la noche (2008), a través de una narrativa redonda e interpretaciones de Oscar como la de Heath Ledger. La competencia, a través de Marvel, ya nos había introducido sus intenciones con el casting de actores que habían demostrado su talento en el drama como Robert Downey Jr. en el papel de Iron Man y Edward Norton como Hulk, ambas películas estrenadas en 2008 (luego lo cambiaron por otro actor igualmente destacado como Mark Ruffalo).

Pero Alan Ritchson no se habría dado cuenta. Venía de una carrera centrada en papeles esporádicos en Smallville (fue el primer Aquaman), CSI: Miami o 90210, Beverly Hills: la nueva generación, mientras recién obtuvo su primer papel protagónico en 2010 con la serie Blue Mountain State. Su aparente inexperiencia lo habría llevado a pensar que aquella oportunidad le abriría las puertas de la industria. “Que habría una gran cantidad de comedias para elegir”, pero su ego se equivocaba de nuevo. No recibió ninguna oferta.

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