El rival político de Nicolás Maduro ha declarado que él es el verdadero presidente electo y tomará posesión el 10 de enero.
El candidato venezolano Edmundo González salió este viernes 4 de octubre al ojo público luego de que el Centro Carter, uno de los pocos observadores internacionales de las elecciones del 28 de julio, presentara ante la Organización de Estados Americanos (OEA) unas actas electorales, que definió como “originales” y en las cuales se constata un amplio triunfo del aspirante opositor.
Según las actas presentadas por el Centro Carter en la OEA, Edmundo González salió victorioso el pasado 28 de julio con el 67% de los votos, por encima del 31% conseguido por el mandatario Nicolás Maduro. Esto contradice lo anunciado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que declaró como ganador a Maduro horas después de finalizados los comicios, aunque, hasta la fecha, no han compartido las actas electorales.
“Cada día surgen más respaldos a mi candidatura como presidente electo. Y los que faltan por sumarse en próximas fechas. Yo estoy muy complacido”, expresó González, quien afirmó estar respaldado por el voto de “ocho millones de venezolanos”, además de una “buena parte de la comunidad internacional”.
El candidato del bloque antichavista fue el invitado de honor en el foro político La Toja-Vínculo Atlántico, en España, donde también agradeció al Gobierno español por otorgarle asilo político, aunque confirmó que solo estaría allí de manera “temporal”.
Acompañado de figuras políticas locales, como el líder del conservador Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, González describió al oficialismo venezolano como un régimen que “intimida y obliga a la sociedad a mantener un forzado silencio”, añadiendo que él mismo fue víctima de “presiones inenarrables y amenazas extremas” por parte del chavismo.
“De un lado está la democracia y la justicia; del otro, el autoritarismo y el atropello. Pero no hay dos Venezuelas. Hay una sola, la democrática, avalada por millones de votos obtenidos el 28 de julio pasado y que justamente ha demostrado, tras esa ejemplar jornada cívica, lo arraigada que está la cultura democrática en el alma del venezolano”, sentenció el opositor.
Por otro lado, González, quien salió de Venezuela en septiembre, confirmó que volverá a su país “tan pronto como pueda recuperar la democracia”, aunque apuntó más específicamente al 10 de enero, día en el que se espera que tome posesión el presidente del Gobierno elegido en julio, como la fecha de su vuelta.
“Yo voy a ir el 10 de enero a tomar posesión de mi cargo como presidente electo de Venezuela”, sostuvo el candidato opositor.
González también habló superficialmente sobre el posible futuro del actual presidente venezolano, Nicolás Maduro, en el caso de que llegara a un acuerdo con la oposición para dejar el poder. Teorizando sobre la posibilidad de que el líder chavista se quede libre en Venezuela, el opositor afirmó que será “lo que él desee si acepta las condiciones y respeta la Constitución. Yo ahí no me meto”, apuntó.
Además, el candidato opositor y que se consideró este viernes el “presidente electo” de Venezuela descartó un parecido con la situación de Juan Guaidó, otro político disidente que se proclamó, sin éxito, “presidente interino” del país en 2019. Al respecto, González Urrutia señaló que él tiene el “respaldo de las urnas”, a diferencia de Guaidó, que fue nombrado por la Asamblea Nacional (Parlamento).
El oficialismo venezolano no recibió de manera positiva las palabras de González Urrutia.
El presidente del Parlamento de Venezuela, Jorge Rodríguez, calificó al candidato opositor de “mentiroso”, además de expresar que España “tendrá que lidiar con González por el resto de sus días”, negando así la posibilidad de que el disidente regrese a territorio venezolano.
“Tendrán que lidiar por el resto de sus días con ese esperpento, de los seres más cobardes y deleznable conocidos en la minúscula historia de los apátridas”, escribió Rodríguez en su cuenta de Instagram, acusando al opositor de “violar las normas de asilo” con sus palabras.
Edmundo González salió del país suramericano a principios de septiembre, después de ser objeto de una investigación judicial, que terminó en la emisión de una orden de arresto, por haber publicado actas electorales “falsas”, según la Justicia venezolana, al contradecir los resultados presentados por el CNE.
