Estas amenazas, según el comunicado, ponen en riesgo la integridad física de médicos, residentes, pacientes, estudiantes y demás trabajadores del hospital. “Sería irresponsable de mi parte presentar mi renuncia”, dijo Chávez.
A través de un comunicado emitido este 14 de octubre, los médicos manifestaron que la administración de Chávez ha llevado a “límites nunca antes vistos” el declive de las condiciones laborales y de atención en el centro hospitalario.
El cuerpo médico del Hospital Roosevelt, compuesto por especialistas y subespecialistas, ha solicitado de manera formal la renuncia inmediata del director ejecutivo, Luis Chávez, al señalar que su gestión ha provocado el deterioro de los servicios hospitalarios.
Desde el 14 de agosto, la situación dentro del hospital ha empeorado, con el personal enfrentando amenazas que incluyen la posible colocación de artefactos explosivos en las instalaciones.
Los médicos consideran que la falta de una respuesta adecuada por parte de la dirección ha agudizado el clima de inseguridad, comprometiendo tanto la calidad del servicio como la seguridad de todos los involucrados.
El descontento hacia la gestión de Chávez no es reciente. El pasado 1 de octubre, los médicos activos realizaron una votación unánime solicitando al Ministerio de Salud Pública la remoción del director.
A pesar de esta solicitud, y de una segunda votación realizada el 9 de octubre para exigir su salida inmediata, no ha habido una respuesta concreta por parte de las autoridades.
El ministro de Salud Pública, Joaquín Barnoya, declaró que los señalamientos presentados deben estar respaldados por pruebas antes de tomar decisiones sobre la continuidad de Chávez.
Sin embargo, el cuerpo médico insiste en que la situación ha llegado a un punto crítico y que la inacción por parte del Ministerio de Salud pone en riesgo la atención médica que reciben los pacientes, además de aumentar la tensión entre el personal.