El presidente de EE.UU., Joe Biden, aumentó este miércoles la presión sobre Israel para que acaben las hostilidades con los palestinos, aunque el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lo rechazó de inmediato y aseguró que continúa la operación militar en Gaza.
En la que ha sido su cuarta llamada telefónica con Netanyahu desde el comienzo de la violencia, Biden le dijo al primer ministro que espera “una desescalada bélica significativa” hoy mismo para abrir camino a un alto el fuego.
Así lo informó la Casa Blanca en un comunicado, en el que no explicó qué significa para el Gobierno estadounidense una “desescalada”.
Netanyahu fue más claro en su respuesta y señaló que está decidido a continuar con la operación en Gaza hasta que logre su objetivo: “devolver la tranquilidad y la seguridad a los ciudadanos de Israel”, aseguró el responsable israelí en declaraciones difundidas por la Oficina de Prensa de su Gobierno.
El conflicto entre las milicias palestinas de Gaza e Israel entró este miércoles en su décimo día, mientras sigue el intercambio de fuego, con un saldo de 219 palestinos muertos en la franja y 12 personas en Israel.
Esfuerzos diplomáticos por doquier
La Casa Blanca agregó en su comunicado que Biden y Netanyahu hablaron de los esfuerzos diplomáticos por parte de EE.UU. y los Gobiernos de otros países de Oriente Medio.
Asimismo, abordaron “los progresos de Israel para disminuir las capacidades de Hamás y de otros elementos terroristas”, indica la nota.
Desde el inicio del conflicto, la postura del Gobierno Biden ha sido similar al de Administraciones estadounidenses anteriores y ha apoyado sin fisuras el “derecho de Israel a defenderse”.
No fue hasta hace dos días cuando Biden expresó su respaldo a un alto el fuego durante una conversación telefónica con Netanyahu, tras haber recibido críticas de sus correligionarios del Partido Demócrata y de otros países para que juegue un papel más activo en la crisis en Oriente Medio.
La subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, recordó más tarde a los periodistas en el avión presidencial, que en la última semana Biden y otros miembros de su Gobierno han mantenido más de sesenta llamadas con dirigentes de Israel, de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y de otros países de la región.
“Continuaremos profundamente implicados en una diplomacia intensa y silenciosa para detener la violencia actual y encontrar un camino hacia delante”, aseguró Jean-Pierre.
Diferencia entre expresar apoyo o poder apoyo
Preguntada sobre cuál es la diferencia para la Casa Blanca entre “expresar apoyo” a un alto el fuego o pedirlo, Jean-Pierre detalló que el presidente busca “un camino” hacia un cese de las hostilidades.
“Quiere que (el conflicto) se desescale. Quiere que haya una calma sostenible. Esto es lo que ha estado pidiendo durante los últimos ocho días, y es lo que seguimos haciendo”, subrayó la portavoz.
El apoyo de Biden a Netanyahu es el último episodio de una larga relación personal, en la que ambos se han dado muestras públicas de solidaridad, incluso cuando los lazos entre EE.UU. e Israel se han resentido en el pasado.
En un viaje a Israel en 2010 enviado por el entonces presidente estadounidense, Barack Obama, Biden -que en ese momento era vicepresidente- se conmovió cuando supo que Netanyahu, al que conocía desde hacía casi 30 años, había plantado un círculo de árboles en honor a su madre en un jardín en Jerusalén.
Una larga relación con Netanyahu
“Mi amor por su país (Israel) fue regado por esta señora irlandesa, que era la más orgullosa de mí cuando trabajaba por y para la seguridad de Israel”, afirmó un Biden emocionado a Netanyahu, recordaba este miércoles la cadena CNN.
Aun así, más tarde durante ese mismo viaje, Israel anunció la aprobación de la construcción de 1.600 nuevas casas de colonos en Ramat Shlomo en Jerusalén este, lo que llevó a una dura condena por parte de Biden y a una crisis diplomática con la Administración de Obama.
Desde el estallido de la escalada en la región del pasado 10 de mayo, las milicias gazatíes han lanzado unos 4.000 cohetes hacia Israel, a lo que el ejército israelí ha respondido con más de un millar de ataques a objetivos del enclave costero.
En medio de estas hostilidades, el Consejo de Seguridad de la ONU ha sido incapaz hasta el momento de lograr una postura común, entre otras razones por el fuerte apoyo estadounidense a Israel.
El lunes Washington bloqueó por tercera vez una propuesta de declaración del Consejo de Seguridad para pedir un cese de la violencia.