Un hombre de Carolina del Norte señalado de dispararle en la cabeza al hijo de 5 años de su vecino cuando iba en su bicicleta fue formalmente acusado de asesinato la semana pasada.
El pasado miércoles, un gran jurado en el condado de Wilson emitió un acta de acusación real por un cargo de asesinato en primer grado contra Darius N. Sessoms, de 25 años, por el disparo que cobró la vida del niño Cannon Hinnant.
La tarde del 9 de agosto de 2020, autoridades respondieron a una llamada al 911 en la residencia de Hinnant. Al arribar, los socorristas encontraron que Cannon, que había recibido un disparo en la cabeza, no respondía e intentaron realizar maniobras para salvar su vida antes de llevarlo al Centro Médico Wilson.
Pese a los esfuerzos del personal médico, Cannon fue declarado muerto poco después de su arribo al hospital.
De manera rápida, los investigadores identificaron a Hinnant como una persona de interés y los detectives de WPD lo detuvieron en su casa en Goldsboro un día después del fatídico crimen.
El hombre de 25 años vivía al lado del padre de Cannon. Inmediatamente después del tiroteo, un vecino le dijo a WRAL, afiliada de la NBC en Raleigh, que Sessoms y el padre de Cannon cenaron juntos la noche anterior a la muerte de Cannon. Incluso el criminal estaba en la residencia de Cannon la mañana del tiroteo.
Sessoms simplemente cruzó la calle corriendo con una pistola y le disparó al niño de 5 años en la cabeza, habría dicho a WRAL Doris Lybrand, una de las vecinas.
“Mi primera reacción fue que estaba jugando con los niños”, según los informes, le dijo a la estación. “Por un segundo, pensé: ‘Eso no podría suceder’. La gente no cruza la calle corriendo y mata a los niños”, detalló la mujer.
La familia de Cannon informó que las hermanas mayores del niño, de siete y ocho años, presenciaron el asesinato a sangre fría de su hermanito.
No ha sido revelado un posible motivo por el que Sessoms presuntamente apuntó a Cannon.
Por su parte, Austin Hinnant, el padre del pequeño Cannon señaló: “No había nada entre él y yo, ningún tipo de mala sangre, para que él tuviera una razón para hacer esto”.
Además de Darius N. Sessoms, en relación a este terrible crimen también fue arrestada en 2020 Aolani Takemi Marie Pettit, a quien se le acusó de un cargo de cómplice del delito grave después del hecho por supuestamente proporcionar a Sessoms transporte para huir de la ciudad después del tiroteo. Fue detenida con una fianza garantizada de 250.000 dólares.