En una fiesta por Halloween un auto llego y comenzó a disparar a distintas personas, se desconoce los motivos del ataque armado.
Al menos 14 personas, incluidos tres menores de edad, resultaron heridos en un tiroteo desde un vehículo en marcha la noche de Halloween en West Side de Chicago, según el superintendente de la Policía de Chicago, David Brown.
Las condiciones de las víctimas varían entre críticas a no mortales. Hasta el momento no se ha informado de muertes conocidas.
En una rueda de prensa el lunes en la noche, el superintendente Brown dio a conocer que la víctima más joven del tiroteo cuenta con tres años de edad, le siguen un niño de 11 y otro de 13. Las otras personas baleadas son adultos.
Asimismo, las autoridades dijeron que una mujer que trataba de huir del lugar de los hechos fue arrollada por un automóvil cuando cruzaba el tránsito vehicular. La víctima fue trasladada a un centro asistencial en buenas condiciones.
Varias ambulancias llevaron a las víctimas a diferentes hospitales, incluidos Stroger, Loyola, Northwetern y Mt. Sinai.
Brown expresó que la situación, que fue filmada por las cámaras de seguridad de la zona, ocurrió en menos de tres segundos a las 9:30 de la noche aproximadamente.
Aunque hay pocos detalles al respecto, el superintendente destacó que un grupo estaba parado cerca del cruce de South California Avenue y West Polk Street, probablemente para lanzar un globo de vigilia, cuando llegó el automóvil y alguien desde su interior empezó a disparar.
Las averiguaciones sobre el tiroteo revelaron que posiblemente dos tiradores estaban dentro del vehículo.
La policía de Chicago no pudo determinar de momento si el incidente fue una represalia o si estuvo relacionado con pandillas.
“Simplemente son jóvenes”, expresó el activista comunitario Andrew Holmes sobre los niños baleados durante el incidente. “Se están poniendo un atuendo solo para disfrutar de la noche y luego tienes un payaso que va y descarga esa arma, provocando un gran daño físico a estas familias”.
El activista manifestó que él y otras organizaciones comunitarias trabajan con las familias para ofrecer asesoría sobre traumas tras el tiroteo mientras las víctimas se recuperan.
