El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a encabezar este domingo una caravana de motos en Río de Janeiro en momentos en los que comienzan a repuntar los casos de covid-19 y los especialistas alertan de la posible llegada de una tercera ola de la pandemia en las próximas semanas.
El líder de la ultraderecha brasileña recorrió durante más de una hora algunos de los puntos más emblemáticos de la ciudad de Río de Janeiro, adonde se desplazó para participar en la concentración motera, la cual fue considerada como una manifestación de apoyo en momentos en los que la popularidad del Gobierno se encuentra en mínimos.
En un determinado momento del trayecto, Bolsonaro, sin máscara, paró su motocicleta en medio de una carretera para hacerse fotos y saludar a sus seguidores, lo que provocó una aglomeración de cientos de personas.
El presidente brasileño partió del Parque Olímpico de Barra de Tijuca y recorrió las orillas de las famosas playas de Ipanema y Copacabana, dos de los principales puntos turísticos de la ciudad y donde fue recibido por algunos simpatizantes al grito de “mito”.
La Alcaldía de Río de Janeiro estima que entre 10.000 y 15.000 personas participaron del evento, para el cual fueron accionados 1.000 policías con el “fin de garantizar el orden y seguridad de la población durante el acto”.
Bolsonaro, uno de los líderes más negacionistas sobre la gravedad del virus, ya había liderado una concentración motera similar hace dos semanas en Brasilia, en medio de la segunda ola de la pandemia del coronavirus, que deja una media diaria de 1.900 muertos.
Los especialistas temen la llegada de una tercera ola en las próximas semanas, en momentos en los que el país vuelve a registrar un aumento de infecciones tras el fin de las restricciones impuestas por gobernadores y alcaldes para controlar la curva epidemiológica.
A ello se suma el lento proceso de vacunación registrado en el país, con tan solo el 20 % de la población inmunizada con las dos dosis, y la identificación de la variante india en el estado de Maranhão, en el nordeste.
Bolsonaro fue precisamente multado esta semana por el Gobierno de Maranhão después de participar en un acto público sin mascarilla y provocando aglomeraciones.