En tres puntos emblemáticos de la ciudad de Bucaramanga amanecieron supuestos cuerpos tirados en el suelo, lo que alarmó y causó zozobra en los habitantes.
Como si en Colombia la violencia producto del conflicto armado no causara suficiente alarma, un concejal del Partido Liberal, como parte de una campaña para incentivar el voto de cara a las presidenciales, ordenó disponer varias bolsas negras que contenían figuras que asemejaban cadáveres en espacios públicos de la ciudad de Bucaramanga, Santander, lo que causó terror entre los habitantes.
Este jueves, en las redes sociales se viralizaron las imágenes de supuestos cuerpos tirados y envueltos en bolsas negras en zonas emblemáticas de la ciudad, como el parque San Pío, la Puerta del Sol y la Plaza Guarín. Alrededor había hombres vestidos de blanco supuestamente haciendo el levantamiento de los cadáveres.
Ante las muestras de temor y sobresalto de los transeúntes y habitantes de la zona, la Policía Metropolitana de Bucaramanga manifestó que la noche anterior no se habían presentado “afectaciones a la vida de la ciudad”.
La particular explicación
El responsable de las bolsas con objetos que simulan cadáveres es Fabián Oviedo, concejal de ese municipio, quien abiertamente apoya al candidato presidencial y exacalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández.
Cuando fue cuestionado por esa acción, que causó zozobra entre los habitantes, Oviedo dijo que “no eran muertos” sino que era una acción de “pedagogía electoral” dirigida a los abstencionistas para llamar la atención sobre el “voto muerto”, que califica como un “crimen”, según un video publicado por La Vanguardia.
Esta insólita campaña ya había sido anunciada por Oviedo de manera institucional, según la copia de un documento publicado por W Radio, que fue firmado por el concejal y dirigido a la secretaria de Interior del municipio de Bucaramanga, Melissa Franco.
En el texto, el edil informaba que haría una “campaña de activismo electoral” en varios puntos de la ciudad con el objetivo de “incentivar a la ciudadanía a ejercer su derecho al voto”.
El texto, además, decía que no era necesario que se “desplieguen los mecanismos pertinentes de orden público en caso de recibir denuncias por parte de la ciudadanía” porque la disposición de las bolsas con apariencia de cadáveres era una “acción de pedagogía electoral”.
La campaña de Oviedo para “incentivar el voto” solo ha recibido comentarios agrios en las redes de quienes cuestionan ese tipo de estrategia para promover la participación en los comicios del próximo domingo y criticar la abstención.
