Desde la semana pasada la marea en Venecia ha bajado hasta 66 centímetros, lo que ha provocado que personas que usan los canales para moverse tengan que realizar sus labores a pie.
Los famosos canales de Venecia están siendo afectados por mareas inusualmente bajas que han provocado que algunos prácticamente se secaran y se convirtieran en zanjas fangosas, informan medios italianos.
Dado que los corredores húmedos sirven esencialmente como vías de trasporte, la situación ha impedido que las góndolas con turistas naveguen por ciertas zonas. Además, ha puesto en apuros al personal de barcos ambulancias y otros vehículos oficiales, que han tenido que desplazarse a pie para atender emergencias y cumplir con sus labores.
La marea disminuyó hasta 66 centímetros a finales de la semana pasada y, según las estimaciones, podría llegar próximamente a un nivel más bajo, cercano a los 70 centímetros.
La severa sequía que enfrenta la histórica ciudad del noreste de Italia podría estar relacionada con un sistema persistente de alta presión estacionado sobre gran parte del país, que coincide con un ciclo lunar que produce niveles de agua ultrabajos, explica la científica ambiental, Jane Da Mosto.
Aunque el fenómeno de las sequías es bastante típico en Venecia entre enero y febrero, este año se ha prolongado más de lo habitual. Aparentemente, la falta de precipitaciones también ha sido responsable y se ha visto agravada en esta ocasión por la escasa nieve proveniente de los Alpes, fundamental para la mantener el volumen de agua en los lagos y ríos de esa región.
Por otro lado, si bien el cambio climático ha supuesto, sin duda, un aumento del nivel del mar, también ha traído consigo la disminución de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas, factores que influyen y acentúan los fenómenos asociados a la marea.
Aunque algunos expertos esperan lluvia y nieve en el norte de Italia a partir de este miércoles, la previsión meteorológica anticipa la falta de precipitaciones hasta finales de este mes. En ese caso, las molestias podrían empeorar. Cabe señalar que la bajamar también expone a la fauna, la flora e incluso a las personas a la contaminación del fondo de los canales, mayormente compuesta por productos químicos y metales pesados de la industria y el tráfico marítimo.