El cohete Falcon 9, propiedad del magnate sudafricano, hizo un agujero en la ionosfera el pasado 19 de julio, aunque esto tampoco representa una amenaza y el agujero se cierra solo.
Elon Musk ha vuelto a ser tendencia en las redes sociales y en la prensa internacional, esta vez no es por Twitter, ahora llamado X, sino que un cohete de su empresa SpaceX habría abierto un agujero en la ionosfera desde su lanzamiento, según el medio especializado “SpaceWeather”.
Durante la noche del 19 de julio, los ciudadanos de California, Estados Unidos, presenciaron un resplandor rojo en el cielo. Varias personas pensaron que era una aurora boreal, pero en realidad era el cohete Falcon 9 que creó un rayo rojo durante 20 minutos a medida que ascendía a la atmósfera superior.
Según el medio ya mencionado, la luz roja fue el resultado de la interrupción del cohete en la ionosfera, en esta parte de la atmosfera los gases se ionizan, o pierden electrones, y se convierten en plasma.
Los agujeros en la ionosfera se producen cuando un cohete quema combustible entre 200 y 300 kilómetros sobre la superficie de nuestro planeta. Lo que sucede es que a esa altura, el dióxido de carbono y el vapor de agua del cohete provocan que los átomos de ionizado formen moléculas de oxígeno normales, explicó el físico espacial Jeff Baumgardner de la Universidad de Boston a Spaceweather.com.
El medio “Live Science”, señala que estos “agujeros no representan una amenaza para las personas en la superficie y, naturalmente, se cierran en unas pocas horas a medida que los gases recombinados se vuelven a ionizar”.
Este tipo de incidentes se ha vuelto más frecuente en los últimos años debido al aumento en número de lanzamientos de cohetes en todo el mundo.