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El genio de la música moderna Quincy Jones murió; pero su legado musical vivirá por siempre

El genio musical cuya trascendental carrera de siete décadas abarcó múltiples facetas creativas — músico, compositor, productor, director, arreglista, artista, propietario y ejecutivo de un sello discográfico, productor de cine y televisión; murió el domingo (3 de noviembre) por la noche en su casa en el área de Bel Air en Los Ángeles, rodeado de su familia.

Una carrera monumental que abarcó más de 70 años, Jones colaboró con una gran cantidad de luminarias musicales, desde sus mentores Count Basie y Clark Terry, hasta Ray Charles, Frank Sinatra y Michael Jackson. Entre sus logros históricos: Jones produjo los álbumes más vendidos de Jackson, Off the Wall, Thriller y Bad; obtuvo los derechos de la novela The Color Purple (El Color Púrpura) y eligió a una joven Oprah Winfrey para la adaptación cinematográfica de Steven Spielberg nominada al Oscar en 1985; y dirigió las históricas sesiones de grabación del sencillo benéfico estelar de 1985 y No. 1 del Billboard Hot 100, “We Are the World”.

Jones comenzó a trabajar con Frank Sinatra en 1958 cuando colaboraron en un espectáculo benéfico para el cual Jones hizo los arreglos. Sinatra, quien apodó a Jones “Q”, lo contrató más tarde como arreglista para su álbum de 1964 It Might as Well Be Swing con la Count Basie Orchestra. Su primer premio Grammy fue en 1964 al mejor arreglo de “I Can’t Stop Loving You” de la Count Basie Orchestra. Jones luego trabajó en el álbum en vivo de 1966 Sinatra at the Sands, que contenía su famoso arreglo de “Fly Me to the Moon” (la primera grabación que el astronauta Buzz Aldrin reprodujo cuando aterrizó en la luna en 1969).

CINE

Jones rompió la barrera del color como el primer compositor negro en recibir reconocimiento por su trabajo cinematográfico. El primer largometraje que Jones musicalizó fue The Pawnbroker (El Prestamista) de Sidney Lumet en 1964. Con el apoyo de Lumet y otros aliados de la industria como Henry Mancini y Sidney Poitier, Jones compuso la música para dos películas históricas estrenadas en 1967: la ganadora del Oscar a la mejor película In the Heat of the Night (En el Calor de la Noche) e In Cold Blood (A Sangre Fría), basado en el bestseller de Truman Capote. En 1965, compuso la partitura para la primera película de Sydney Pollack, The Slender Thread (Con la Vida en un Hilo), protagonizada por Poitier. Jones llegó a musicalizar más de 35 películas, incluidas Walk, Don’t Run (Camina, No Corras, 1966), Enter Laughing de Carl Reiner (1967), Bob & Carol & Ted & Alice de Paul Mazursky (1969), The Italian Job (Faena a la Italiana, 1969), Cactus Flower (Flor de Cactus, 1969), They Call Me Mister Tibbs! (Noche Sin Fin, 1970) and The Getaway (La Huída, 1972).

Pasando a la televisión, Jones escribió temas memorables para series como The Bill Cosby Show, Ironside y Sanford and Son. También fue productor ejecutivo de The Fresh Prince of Bel-Air (El príncipe del rap), protagonizada por el rapero y actor debutante Will Smith, y de In the House, protagonizada por LL Cool J.

“Renunciar” era una palabra ajena para Jones, quien sobrevivió dos aneurismas cerebrales en 1974. Después del primero, escribió en su libro de 2008 The Complete Quincy Jones: My Journey & Passions: Photos, Letters, Memories & More from Q’s Personal Collection: “No parecía que lo lograría, así que mis amigos planearon un servicio memorial… Tuvieron el concierto de todos modos”. Con su neurólogo a su lado, asistió al servicio en el Shrine Auditorium de Los Ángeles mientras Richard Pryor, Marvin Gaye, Sarah Vaughan y Sidney Poitier rendían homenaje a su gran talento. El año pasado, Jones también celebró sus 90 años de vida en un homenaje de dos noches repleto de estrellas en el Hollywood Bowl. La celebración, encabezada por su ahijada Patti Austin y con actuaciones de Stevie Wonder y la estrella emergente del jazz Samara Joy, capturó las siete décadas de carrera de Jones y su legado como artista, productor, arreglista y director. Desde conmovedoras interpretaciones de los clásicos de Jones hasta homenajes de sus colaboradores de toda la vida, el evento subrayó el profundo impacto que tuvo en generaciones de la música moderna.

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