También está entre los votantes de Fujimori el miedo a un hipotético resurgimiento del terrorismo en la forma que se dio durante el conflicto armado interno (1980-2000), causado por el grupo maoísta Sendero Luminoso y el marxista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.
“Por la paz y por la democracia” se concentraron este sábado en Lima miles de votantes de la candidata presidencial Keiko Fujimori (derecha), reunidos por el miedo al comunismo y el terrorismo que afirman que traerá la candidatura del izquierdista Pedro Castillo si gana las elecciones.
La movilización se inició en la neurálgica Plaza San Martín, el mismo escenario que hace tan solo una semana aglomeró a otros tantos miles de peruanos en una marcha contra Fujimori, que reivindica el legado de su padre, Alberto Fujimori (1990-2000), condenado a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad y corrupción.
Las banderas de Perú y las camisetas de la selección de fútbol imperaron entre los participantes, siguiendo el ejemplo de la candidata del partido fujimorista Fuerza Popular, que lleva toda la segunda vuelta haciendo campaña con la camiseta del combinado nacional para simbolizar que votar por ella es votar por el país.
Las arengas y pancartas con mensajes de «no al comunismo» y «no al terrorismo» proliferaron, a similitud de los grandes paneles publicitarios que llevan semanas proyectándose en las grandes ciudades de Perú como parte de una millonaria campaña contra Castillo, lo que exacerba las posturas polarizadas de estas elecciones.
“No podemos permitir los peruanos que nos pase a gobernar el comunismo. Es necesario defender a Perú de ello”, afirmó el joven Diego Vargas, uno de los que lucía la camiseta blanquirroja de la selección.
“Considero un deber, algo necesario para todo peruano, defender la patria de una gran amenaza para la que postula (el partido) Perú Libre, que es ofrecer a Perú el comunismo”, añadió Vargas.
Entre los distintos participantes en la movilización que acudieron en pequeños grupos de amigos o de familias estaba Milagros Sayán, quien aseguró que todos estaban ahí “por la lucha por la democracia”.
“Mi país está al borde del colapso. Vemos a nuestros países hermanos como están en este momento sufriendo. Es el caso de Chile, Argentina, Venezuela, Cuba. ¿Y ahora queremos que así esté Perú?”, se preguntó Sayán, cuya respuesta la tenía en la mascarilla: “no al comunismo”.
Junto al miedo al comunismo, también está entre los votantes de Fujimori el miedo a un hipotético resurgimiento del terrorismo en la forma que se dio durante el conflicto armado interno (1980-2000), causado por el grupo maoísta Sendero Luminoso y el marxista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
Por ese motivo en especial había acudido Julio, aterrado por la masacre de 16 personas ocurrida esta semana en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), la mayor zona cocalera de Perú, donde aún existe un pequeño remanente de Sendero Luminoso que sobrevive financiado por el narcotráfico, al que le hace de guardaespaldas.
“Yo tengo mi polo (camiseta) de Mario Vargas Llosa, y si yo salgo a la calle con él, no tengo miedo, pero si salgo con un polo que diga Abimael Guzmán (fundador de Sendero Luminoso) asesino, me daría miedo”, contó Julio mientras mostraba su camiseta con la foto del premio Nobel de Literatura.