Perú cerró este domingo la contienda electoral más polarizada de su historia democrática con un resultado tan estrecho que no se puede aún proclamar un vencedor entre Pedro Castillo (izquierda) y Keiko Fujimori (derecha) que hace presagiar un largo y proceloso recuento que se puede prolongar varios días.
Castillo ocupa el puesto de ventaja según el conteo rápido hecho por la encuestadora Ipsos, con un 50,2 frente al 49,8 % de su rival, en una modalidad de recuento con voto real cuyo margen de error es de +/- 1 %.
Al cierre de los colegios electorales, una encuesta a pie de urna de la misma empresa, menos precisa que el conteo, reflejaba también un empate técnico, pero con ligera ventaja de Fujimori.
Es por tanto inviable adjudicar aún la victoria a cualquiera de los contendientes y habrá que esperar a contabilizar todos los votos, incluidos los emitidos en el exterior, para que puedan confirmarse estos resultados, lo que no será antes del martes.
En 2016 la situación fue similar y tras varios días de recuento Pedro Pablo Kuczynsky obtuvo la victoria frente a la misma Fujimori por un 50,12 % frente al 49,88 % de los votos, algo más de 40 mil sufragios.
El recuento a cargo del Organismo Nacional de Procesos Electorales (ONPE) arrancó esta misma noche, pero no se espera que otorgue datos relevantes hasta bien entrado el lunes.
Además, las autoridades ya advirtieron de que el recuento de votos en Perú privilegia el entorno urbano frente al rural y por tanto los primeros votos favorecerán ampliamente a Fujimori frente a Castillo.
SIN CANTAR VICTORIA
De momento, ninguno de los contendientes se ha adjudicado la contienda y predomina la prudencia, en consonancia con el desarrollo de la jornada electoral.
Antes de que saliera el conteo rápido, ambos candidatos salieron a pedir paciencia, tranquilidad y que se espere a conocer los resultados oficiales definitivos antes de cualquier festejo.
Eso no impidió, sin embargo, que hubiera incidentes durante una manifestación convocada por antifujimoristas ante la sede de la ONPE para “prevenir el fraude” electoral y en el que se denunciaron agresiones a varios periodistas de la televisión peruana.