Una mujer permaneció muerta en su apartamento de Londres durante más de dos años y medio después de que la policía metropolitana sugiriera erróneamente que estaba “bien y a salvo”, además de que un fideicomiso de vivienda no investigó su “desaparición”.
Una investigación arrojó que Sheila Seleoane colapsó y murió en el pasillo de su departamento de Peckham en agosto de 2019, poco después de informarle a su médico sobre presentar algunas dificultades para respirar.
Los vecinos de Seleoane se preocuparon por su seguridad al no verla durante meses, además de ver su correo apilado, junto con un olor espantoso en el pasillo fuera de su apartamento.
Sin embargo, su cuerpo no fue descubierto hasta febrero de este año, cuando la policía forzó la entrada a la casa.
Cuando los agentes de policía fueron llamados dos veces a la casa de Seleoane dos veces en octubre de 2020, no obtuvieron respuesta, pero decidieron que no tenían el poder legal para forzar la entrada.
Luego, las autoridades transmitieron erróneamente un mensaje en el que aseguraban que habían hablado con Seleoane, e informaron que se encontraba “sana y bien”, según una investigación publicada en el tribunal forense de Southwark.
Seleoane, que tenía 58 años cuando murió, finalmente fue encontrada después de otros 16 meses, cuando los vecinos escucharon que la puerta de su balcón se golpeaba repetidamente y la policía entró a la fuerza en su casa en febrero de este año.
Sus restos óseos solo pudieron identificarse a través de registros dentales, y un patólogo no pudo determinar exactamente cuándo y cómo murió.
En una trágica exploración del largo período antes de que se descubriera la muerte de Seleoane, se supo que su casero había cortado su suministro de gas en junio de 2020, durante la primera ola pandémica, tras no poder establecer contacto.
A pesar de no pagar el alquiler desde agosto de 2019 y el casero comenzó a recibir los pagos de la renta de un seguro de beneficios de Universal Credit a partir de marzo de 2020.
Los vecinos dijeron al Evening Standard que intentaron repetidamente dar la alarma, sin éxito, mientras que esta semana se publicará un informe sobre todo lo ocurrido.
El forense Julian Morris emitió un veredicto únicamente narrativo, registrando la causa de la muerte como “incierta”. Registró la fecha de la muerte el 18 de febrero de 2022, momento en el que se encontró el cuerpo.
