El futuro exmandatario compartió su ultimo en vivo, en donde expresaba que pese al ataque de “toda” la prensa, su administración ha llegado a su fin “con balance positivo”.
Medios brasileños reportan que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cuyo mandato culmina el sábado 31 de diciembre, salió de su país a bordo del avión presidencial, rumbo al estado de Florida, en EE.UU.
El avión, un Airbus 319 de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), despegó a primera hora de la tarde de este viernes desde Brasilia.
En EE.UU., Bolsonaro tiene previsto pasar un “período sabático”, se reporta.
Una vez que haya dejado el espacio aéreo brasileño, el vicepresidente del país, Hamilton Mourão, asume como mandatario encargado.
Sobre este viaje de Bolsonaro, de quien ya se había informado que no participaría en la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva el próximo domingo, había mucha expectativa, tras dos publicaciones hechas en el Diario Oficial de la Unión (DOU).
El pasado martes —aunque fue publicado el miércoles en el DOU—, la Oficina de Seguridad Institucional (GSI, por sus siglas en portugués) autorizó la salida de Aline Amâncio de Oliveira, agente de seguridad de la Presidencia de la República, “para integrar el equipo de seguridad de la familia del presidente de la República, de viaje a la ciudad de Miami”, entre el 28 y 29 de diciembre.
Posteriormente, este viernes, se publicó una autorización de viaje que hizo el secretario ejecutivo de la Secretaría General de la Presidencia, Mario Fernandes, a cinco asesores de la Presidencia desde el 1 al 30 de enero.
Estos asesores, dice la publicación, brindarán “asesoría, seguridad y apoyo personal al futuro expresidente de la República Jair Messias Bolsonaro”, en la Agenda Internacional a realizarse en Miami, EE.UU.
Previo al viaje, en horas de la mañana de este viernes, Bolsonaro hizo su última transmisión en vivo como mandatario.
“Estoy convencido: di lo mejor de mí”, expresó y señaló que, pese a que “toda la prensa” estuvo “atacándolo”, su administración culmina estos cuatro años “con balance positivo”.
En su alocución dijo que “el cuadro” que se vislumbra para Brasil a partir del domingo, una vez que asuma Lula, “no es bueno”, pero que eso no impedirá que la gente deje de “hacer oposición”.
Comentó que el gobierno de Lula ya empieza “cojo”, pero que no “tirará la toalla” y no “dejará de criticar” a la nueva administración.
Asimismo, aprovechó ese discurso para deslindarse de las protestas que se desataron en Brasil en contra del triunfo de Lula, con acciones frente a cuarteles militares. “Yo no participé en estos movimientos, me retiré”, manifestó.