Aunque Lula Da Silva, el candidato a presidencia de izquierda sigue siendo el favorito, es por un mínimo porcentaje que le sigue el actual presidente de Brasil, Bolsaron y Da Silva se confrontaran el viernes para el debate de cierre.
“Si en la primera vuelta todavía se percibía un temor entre los bolsonaristas a que Lula pudiera ganar en la primera vuelta, el clima ahora es de optimismo”, destacó este fin de semana “Folha de São Paulo”, un medio que no puede ser precisamente tildado de bolsonarista.
Tampoco puede ser considerada bolsonarista Marta Suplicy, amiga de Lula y figura histórica del Partido de los Trabajadores (PT). Ex alcaldesa de Sao Paulo, ex ministra de Lula y de Dilma Rousseff y actual directora de Relaciones Internacionales de la mayor ciudad brasileña, Suplicy ve con temor el tramo final de la campaña.
“Lula viene a mi casa, y yo le doy consejos que no sigue”, reveló Suplicy, que a sus 77 años analiza sin prejuicios la realidad política de Brasil.
El ex presidente debió “ampliar” su coalición, pero “no hizo lo que debía”, se lamenta la ex diputada. “Es difícil ganar sólo con la izquierda, mantenerse en la burbuja de la izquierda”, añade.
“Y ahora se ven los resultados, lo que siempre hemos dicho, que está todo muy parejo con Bolsonaro y que no hacía falta esto. Lula podría haber ganado en la primera ronda si se hubiera ampliado como sugerí”.
Suplicy añade algo más: el propio Lula le dijo que coincide con ese análisis cuando se lo planteó, pero hay fuerzas en su partido que le impidieron tomar ese camino. “Él está de acuerdo, pero hay un una burbuja que no lo acepta. Creo que ganará, pero será muy ajustado”.
El análisis de Suplicy podría ser cuestionado a partir de la fuerte irrupción en la campaña de la centroderechista Simone Tebet, tercera en la primera vuelta y que en los últimos días está protagonizando apasionados discursos en defensa de Lula, ya que, a su entender, cuatro años más de Bolsonaro en el Planalto serían un peligro para la democracia.
Las últimas encuestas marcan un 49% de intención de voto para Lula contra un 45% de Bolsonaro. Si se considera el margen de error de dos puntos hacia arriba o hacia abajo, se puede decir que se está ante un empate técnico.
Si Lula muestra el apoyo de muchos referentes del mundo de la cultura, Bolsonaro cuenta con el impulso cada vez más entusiasta del futbolista Neymar y un muy intenso protagonismo de Michelle.