Muchos de los niños localizados tenían 3 años. Muchos sufrieron abusos físicos, sexuales y psicológicos sistemáticos, incluidas torturas. En algunos casos, las autoridades canadienses realizaron experimentos “científicos’’ con ellos.
Los restos de 215 niños indígenas fueron encontrados enterrados en un antiguo internado de Canadá. Según se explica, esta era una antigua residencia escolar de la localidad de Kamloops, en el que indígenas fueron internados a la fuerza durante casi 80 años, con la intención de “educarlos e integrarlos”.
El descubrimiento ha vuelto a dejar abierta la dolorosa herida del pasado racista y de genocidio cultural en el país norteamericano.
Rosanne Casimir, jefa de los tk’emlúps te secwépemc, un grupo indígena de la Columbia Británica, indicó que el hallazgo confirma la “historia oral” en la que desde varias generaciones se cuenta de niños desaparecidos en la zona.
“Hasta donde sabemos, las de estos niños perdidos son muertes indocumentadas. Algunos tenían solo tres años”, explica Casimir.
Un equipo de forenses se encuentra trabajando para determinar la causa exacta y la fecha de las muertes.
En su tiempo operó como la mayor instalación del sistema de residencias escolares impuesto por Canadá a la población indígena. Gestionada por la iglesia católica, llegó a albergar durante cada año hasta 500 niños de comunidades indígenas.
Un informe de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Canadá, concluyó en 2015 que el sistema de residencias escolares fue utilizado como herramienta para cometer un “genocidio cultural” contra la población indígena del país.
“Durante más de un siglo, los objetivos centrales de la política de Canadá hacia los aborígenes fueron eliminar los Gobiernos aborígenes; ignorar los derechos aborígenes; terminar los tratados y, a través de un proceso de asimilación, causar que los pueblos aborígenes cesasen de existir en Canadá como entidades diferenciadas legal, social, religiosa y racialmente”, indicó el informe final.
