Los incendios no hacen más que extenderse debido a los fuertes vientos del huracán Dora. Esta situación ha sido declarada como un “desastre mayor”.
Al menos 36 personas murieron y decenas resultaron heridas por los incendios forestales que han devastado partes de la isla hawaiana de Maui, una catástrofe que el presidente Biden declaró este jueves como “desastre mayor”.
El mandatario aprobó una declaración de desastre para la isla y “ordenó ayuda federal para complementar los esfuerzos de recuperación estatales y locales en las áreas afectadas por los incendios”.
“El presidente Biden confirmó que firmó una Declaración de Desastre Mayor para Hawaii que brindará recursos federales adicionales y apoyo, además de las acciones que ya están realizando FEMA, la Guardia Nacional, la Guardia Costera de EEUU y otras agencias federales para apoyar la respuesta de emergencia”, dijo la Casa Blanca.
Biden habló por teléfono el jueves con el gobernador Josh Green y le “expresó sus profundas condolencias por las vidas perdidas y la gran destrucción de tierras y propiedades”.
Aunque las autoridades han reportado al menos 36 muertos, se teme que el número pueda ser mayor, dado el número de personas que no han sido encontradas o los miles que han sido desplazados.
Funcionarios locales calculaban a última hora del miércoles que unas 271 estructuras habían sido dañadas o destruidas y que había decenas de personas heridas. Además, urgieron a los turistas a que se abstuvieran de viajar a la isla.
Los incendios arrasaron con Maui el miércoles con una velocidad y ferocidad alarmantes, destruyendo docenas de casas y negocios en una ciudad turística histórica y obligaron a los residentes aterrorizados a tirarse al océano para huir de las llamas.
La Guardia Costera rescató el martes a 14 personas, incluidos dos niños, que habían huido al océano para escapar del fuego y las condiciones de humo, dijo el condado en un comunicado.