Esta intoxicación ocurrió en enero, pero una de las trabajadoras no pudo callar más y denuncio los hechos “Ni siquiera han tenido la decencia de escribirnos para pedir disculpas”.
Decenas de comensales sufrieron una intoxicación alimentaria durante la grabación del programa de televisión gastronómico ‘MasterChef’ realizada el pasado 19 de enero en el Oceanográfico Valencia (España), según lo confirmó este martes la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana.
Todo empezó cuando una trabajadora del espacio de ocio afectada por esta situación denunció los hechos a través de Twitter, asegurando que tanto ella como varias de sus compañeras tuvieron gastroenteritis tras participar en el evento.
“La noche siguiente tuve que ir a urgencias a que me inyectasen Primperan en el culo para poder cesar de vomitar. Perdí 5 kilos en tres días”, explicó. “Nos llamó Salud Pública para investigar lo sucedido, pero la cosa no llegó a nada. Esto lo escribo aquí porque ni siquiera han tenido la decencia de escribirnos para pedir disculpas”, añadió.
Desde Sanidad explican que, tras recibir la primera información sobre lo sucedido, realizaron un estudio de contactos que determinó que un total de 44 personas se habían intoxicado, aunque no detallan cuántas tuvieron que ser atendidas en centros de salud o qué alimento pudo haberlo provocado.
Asimismo, señalan que notificaron el incidente al Ministerio de Sanidad, al departamento de Salud Pública, que fue el ente que coordinó todas las gestiones con el programa y llevó a cabo otras averiguaciones para esclarecer los hechos.
Shine Iberia, productora del programa, ha lamentado la indisposición que manifestaron algunos de los comensales que asistieron a la grabación del popular programa. “Se trata de un caso absolutamente excepcional en estos 11 años de ‘MasterChef’ en España, un programa donde es una prioridad absoluta garantizar el cuidado alimentario de las personas que intervienen”, aseguró.
Por su parte, los representantes del Oceanográfico Valencia han comentado que acogieron el evento “como cualquier otro”. Según explican, las instalaciones fueron “un mero contenedor”, por lo que no guardan ninguna relación con la comida que en ellas se preparó.