Oficiales de policía en Londres han sido hallados culpables por distintos delitos y las víctimas no hacen más que aumentar.
Un total de 16 agentes de la Policía Metropolitana de Londres han sido acusados de delitos sexuales contra mujeres y menores de edad desde el asesinato de Sara Everard en el 2021.
La investigación de los casos de violencia contra mujeres por parte de uniformados ha aumentado en el Reino Unido, a raíz del secuestro y asesinato de Everard, de 33 años, por Wayne Couzens, un exoficial de la Policía londinense, quien posteriormente se declaró culpable de secuestro y violación.
12 de los uniformados usaron su condición de agentes para cometer delitos sexuales contra mujeres. Jamie Rayner fue encarcelado por 2 años y 3 meses por estrangular, patear y golpear a su novia, otra oficial.
David Carrick, fue acusado de abusar sexualmente de una mujer que conoció en el 2017 en Tinder. Según la víctima, citada por el diario, el hombre en la primera cita la agredió físicamente y obligó a participar en sesiones de bondage (una práctica sadomasoquista). Además, le exigió limpiar su casa desnuda y fue agredida sexualmente.
La víctima también asevera que la Policía estaba al tanto del comportamiento de Carrick, sin embargo, no investigaron adecuadamente el caso. “Nada cambiará lo que me pasó, pero quiero emprender acciones legales porque tal vez eso haga que la Policía reaccione y actúe en el futuro”, manifestó.
Entre los delitos sexuales, también se encuentran ataques contra menores de edad. Mark Collins, un oficial de 58 años, fue encarcelado por 2 años y 4 meses tras declararse culpable de incitar a un niño a participar en actividades sexuales.
Asimismo, Adnan Arib recibió una condena de 2 años por intentar mantener relaciones sexuales con dos menores de 15 y 16 años. Otro oficial, Will Scott-Barrett, recibió una sentencia de prisión suspendida por enviar imágenes sexuales a un adolescente de 15 años.
Mark Rowley, jefe de la Policía Metropolitana, se ha pronunciado sobre las agresiones por parte del cuerpo y admitió que la entidad “decepcionó a mujeres y niñas” tras los múltiples hechos delictivos.