Unos 500 agentes del Instituto Nacional de Migración, del Ejército mexicano y de la Guardia Nacional desarticularon este lunes parcialmente una caravana de migrantes que partió el sábado desde el municipio de Tapachula, en el estado de Chiapas (sur), frontera con Guatemala, con destinó a Estados Unidos.
El operativo fue implementado en el tramo carretero cercano al municipio de Mapastepec, también en el estado de Chiapas, donde los migrantes rompieron tres cercos que instalaron los agentes de la Guardia Nacional con equipos antimotines.
Durante su travesía y en pleno operativo los migrantes, unos 700, lanzaron piedras y palos a las fuerzas militares, que intentaron detenerlos a unos siete kilómetros del municipio de Mapastepec. Sin embargo, lograron llegar hasta el municipio, aunque ya cansados y débiles tras los tres días de camino.
En ese tramo carretero, los extranjeros colocaron barricadas con piedras y troncos de árboles para evitar el avance de las fuerzas de seguridad que no habían podido detener el avance de esta primera caravana.