“No tenemos dinero para comer, tengo cuatro meses de embarazo, ya los pies ya no me dan y siento que ya no tengo ánimos”, manifestó una venezolana que busca el sueño americano.
La caravana migrante intenta abandonar el estado mexicano de Chiapas, ya con documentos bajo el brazo, para continuar su camino hacia Estados Unidos.
Ellos han colocado todas sus esperanzas en que se dé un acuerdo migratorio en la Cumbre de las Américas.
La caravana partió del sur de México, el pasado lunes, con cerca de 15 mil personas, de unos 20 países. Se mantuvo en Huixtla, a unos 42 kilómetros de Tapachula, fronteriza con Guatemala, tramitando documentos de estancia legal, entre ellos las llamadas formas migratorias múltiples y las visas por razones humanitarias que les permiten transitar de manera legal por México.
El documento llamado Forma Migratoria Múltiple (FMM) es el que acredita la estancia legal en el país y con el que los extranjeros tienen -regularmente- 186 días para poder salir del país y moverse por el territorio mexicano.
Son miles de extranjeros los que han acudido a la oficina migratoria de Huixtla, caminando unos 5 kilómetros, mientras que otros van en transporte público, taxi o colectivo.
En una decisión extraordinaria, las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) han ofrecido los documentos a todas aquellas personas extranjeras que requieran obtener sus trámites migratorios.
El venezolano José Cruz, quien salió en la caravana el lunes, fue uno de los miles que se enteró que el INM estaban entregando los documentos, fue y esperó por tres horas para que le otorgaran su FMM -con vigencia de 30 días- para transitar de manera libre por el país.
Les estoy diciendo a todos que vayan por su documento, anoche estuvimos hablando con las personas de migración y nos dieron este documento para circular por México”, contó alegre.
Hasta este miércoles las autoridades del INM habían entregado más de 2 mil 100 documentos y por ahora están revisando quien cuenta con el protocolo de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) para entregarles visas por razones humanitarias.
Otra migrante venezolana, Heydy Mar, quien viaja embarazada desde su país y ha enfrentado las severas condiciones climáticas en Chiapas, logró llegar hasta Huixtla, a pesar de los riesgos que puede tener en su etapa de gestación.
Desesperada, con mucha incertidumbre y ya con molestias por embarazo, contó: “No tenemos dinero para comer, tengo cuatro meses de embarazo, ya los pies ya no me dan y siento que ya no tengo ánimos”.
A sus 36 años, viaja con su esposo y su cuñado y vive con la duda de si podrá obtener un documento que le pueda servir para poder transitar por México y llegar a Estados Unidos.