Nayib Bukele asume nuevamente la presidencia de El Salvador con un marcado contraste entre los logros de seguridad alcanzados en su primer Gobierno y una economía con uno de los menores rango de crecimiento en la región y en constante necesidad de financiación del Ejecutivo, incluso a costa de los fondos de pensiones de los trabajadores.
Bukele, que el sábado 1 de junio tomará posesión como presidente para el período 2024-2029, logró la reelección inmediata en los comicios de febrero pasado a pesar de que la Constitución lo prohíbe, con la bandera del “combate” a las pandillas como su principal mensaje de campaña y sin prestar atención a la situación de la economía, lo que le ha valido el mayor reclamo por parte la población, según diversas encuestas.