El Dr. Ricardo Cruciani, neurólogo argentino, fue acusado de manosear y agredir sexualmente por años a pacientes mujeres en Nueva York, Jersey y Pensilvania.
Este martes comenzó el juicio en la Corte Suprema de Manhattan contra Dr. Ricardo Cruciani, de 67 años, quien enfrenta cargos de violación, abuso sexual y agresión sexual depredadora, más de cuatro años después de su primer arresto.
“El mal con bata blanca”, así lo describió la asistente del fiscal de distrito Shannon Lucey a Cruciani ante el jurado al abrir la jornada ayer. Lo llamó “un hombre pequeño y tortuoso que podría haber usado sus formas altamente inteligentes para el bien en lugar del mal”.
De acuerdo con la investigación de la fiscalía “la conducta sexual abusiva incluyó, entre otras cosas, besos forzosos, tocar los senos y genitales de las víctimas, actos sexuales orales, relaciones sexuales vaginales e intentos de relaciones sexuales anales”.
Las seis víctimas testificarán como fue el perturbador tratamiento al que fueron sometidas durante el juicio que se espera que dure hasta fines de julio.
“Él generó confianza en cada una de ellas. Conoció patológicamente sus debilidades, sus vulnerabilidades. Cada una tenía una historia, un comportamiento, un pasado roto que las convirtió en sus víctimas perfectas”, dijo Shannon en su declaración de apertura.
Los señalamientos
Según la investigación, Cruciani usó sus habilidades médicas para obtener favores sexuales de hasta 17 mujeres durante más de una década. Fue arrestado en febrero de 2018 y de nuevo en octubre de 2021.
Cruciani, antes de retorcer su mente, fue un médico destacado, que se desempeñó como presidente del departamento de neurología de la Universidad Drexel, en Filadelfia.
Pero luego un día habría iniciado a atacar a pacientes mujeres que dependían de él para la atención y las recetas de opioides adictivos, convirtiendo los masajes y abrazos en ataques físicos gradualmente más invasivos y demandas sexuales.
Si las víctimas se negaban a participar en actos sexuales, él tomaba represalias remitiéndolas a otro proveedor médico que no prescribiría las mismas combinaciones o cantidades de calmantes, según la acusación.
Mas de una docena de mujeres estaban demandando a Cruciani y a los sistemas de salud que lo emplearon, por lo que perdió su licencia para ejercer la medicina y se tuvo que registrar como ofensor sexual tras declararse culpable en Pensilvania en 2018.
Su esposa, la pediatra argentina Nora V. Esteban, lo ha apoyado en todo momento. Los fiscales en Nueva York piden a cualquier otra posible víctima de Cruciani reportar el caso llamando al (646) 372-0364.