Luego de poco más de un mes hospitalizado, el Santo Pontífice finalmente pudo superar la neumonía bilateral.
Tras haber sido dado de alta, el papa Francisco continúa su recuperación en la residencia de Santa Marta, en el Vaticano.
Después de pasar 38 días en el hospital Gemelli por una bronquitis que derivó una neumonía bilateral y causó complicaciones respiratorias graves.Durante su estancia en el policlínico, el Pontífice, de 88 años, enfrentó su momento más crítico el 28 de febrero, cuando sufrió un broncoespasmo que empeoró su delicada neumonía bilateral.
Un episodio que se repitió a los pocos días, según el cirujano que lo atendió.El médico confesó que, en ese momento, se tuvo que tomar una decisión difícil: “Tuvimos que elegir entre parar y dejarlo ir o forzarlo con todos los medicamentos y terapias posibles, corriendo el riesgo de dañar otros órganos”, explicó.
Finalmente, optaron por continuar con el tratamiento intensivo, arriesgándose, pero con la esperanza de salvar la vida del Papa.
Afortunadamente, el Pontífice mostró una notable resistencia y lucidez en todo momento, y su evolución en las últimas semanas ha sido favorable, permitiéndole el alta médica hace apenas dos días. Ahora, Francisco sigue con un tratamiento específico en su apartamento del segundo piso de la Casa Santa Marta.
Según informa la Oficina de Prensa de la Santa Sede, su jornada se alterna entre fisioterapia respiratoria y motora, trabajo y la concelebración de la misa matutina en el segundo piso de Santa Marta.
De acuerdo con fuentes vaticanas, el Papa alterna su oxígeno durante el día, aunque por la noche no requiere ventilación mecánica. Su equipo médico sigue monitoreando su estado las 24 horas, mientras que sus tres secretarios y enfermeros personales, Massimiliano Strappetti y Andrea Rinaldi, se encargan de su atención constante.