Las fuerzas israelíes irrumpieron el Estadio en donde se disputaba el juego y lanzaron gases lacrimógenos que afectaron tanto a los jugadores como a los fanáticos.
La final de la Copa de Palestina fue suspendida temporalmente este jueves después de que las fuerzas israelíes irrumpieran en el Estadio Internacional Faisal Al-Husseini en Al-Ram, Cisjordania, y lanzaran gases lacrimógenos.
El incidente se produjo durante el partido entre los equipos Jabal Al-Mukaber y Balata. En este contexto, el capitán de Balata, Saed Abu Saleem, afirmó que el gas se filtró no solo en el campo y en las gradas, sino también en el vestuario, por lo que los jugadores empezaron a asfixiarse y algunos incluso se desmayaron. Uno de los futbolistas tuvo que recibir asistencia médica.
Poco después, el encuentro fue reanudado, pero “todavía se oían explosiones de fondo durante el partido y después del mismo”. El Jabal Al-Mukaber ganó por 1-0 al Balata.
Por su parte, el presidente de la Asociación Palestina de Fútbol, Jibril Rajoub, calificó la irrupción de “vergüenza”, recogen medios locales. Rajoub aseguró que comunicará lo sucedido a la FIFA y a la Federación Asiática para “poner fin a este tipo de terrorismo”.