Omar Suárez, productor de la obra Secuestro, generó indignación esta semana al realizar un performance promocional en el que simuló un secuestro violento frente al teatro Manolo Fábregas, lo que provocó críticas y hasta la movilización de fuerzas de seguridad.
Un video difundido en redes sociales muestra a tres hombres vestidos de negro arrastrar a gritos a una mujer hacia una camioneta, en una escena tan realista que muchos espectadores creyeron presenciar un crimen real. La grabación desató una ola de rechazo en un país donde los secuestros son una dolorosa realidad cotidiana.
“Fingir un secuestro es una verdadera estupidez”, escribió un usuario en redes, mientras otro cuestionó: “¿Quién autorizó esto? ¿Nadie pensó en el impacto social?”.
Ante la polémica, Suárez emitió un comunicado reconociendo el error: “Nunca fue nuestra intención causar daño, la situación siempre estuvo controlada”, afirmó, extendiendo disculpas a quienes se sintieron afectados. Sin embargo, el mensaje no calmó del todo los ánimos, especialmente porque el equipo no había alertado previamente a autoridades ni transeúntes sobre el carácter ficticio de la escena.