Un recluso de Oklahoma que en 2021 denunció que tanto él como otros reclusos fueron torturados por oficiales de la cárcel con la canción “Baby Shark” por horas fue hallado muerto este fin de semana en su celda.
Funcionarios del Centro de Detención del Condado de Oklahoma informaron en un comunicado que John Basco, de 48 años, fue hallado inconsciente en su celda la madrugada del domingo. El recluso fue declarado muerto luego de que los trabajadores intentaran salvarlo, indicaron los funcionarios.
El fallecimiento de Basco es el decimocuarto que se registra en esa cárcel en lo que va de año, que ha enfrentado críticas por diferentes incidentes de los reclusos, incluyendo muertes y fugas.
Mark Opgrande, portavoz del Centro de Detención del Condado de Oklahoma, precisó que no hubo signos evidentes de juego sucio y que los investigadores estaban estudiando la posibilidad de que la muerte se trató de sobredosis de drogas. Sin embargo, las causas exactas serán determinadas por la Oficina del Médico Forense del Estado.
Basco, quien ingresó a la cárcel el pasado jueves al ser denunciado por tráfico de drogas, formó parte de un grupo de reclusos que demandaron al condado en un tribunal federal por presuntamente ser esposado a una pared y obligado a escuchar la canción “Baby Shark” repetidamente durante horas en 2019.
Como consecuencia, un teniente de la cárcel se retiró y otros dos oficiales fueron despedidos por su vinculación en los incidentes. Los tres funcionarios enfrentaron cargos por delitos menores.
Por su parte, Cameron Spradling, abogado de Basco, le informó a The Oklahoman que las circunstancias alrededor de la muerte de Basco le parecieron “inquietantes”, por lo que pidió la preservación de todas las pruebas mientras se lleva a cabo la investigación de la Oficina de Investigación del Estado de Oklahoma.
“Estoy realmente molesto por esto. Una de las víctimas de ‘Baby Shark’ está convenientemente muerta dentro de los tres días posteriores a su llegada a la cárcel ¿Cómo sucede eso? El fiscal de Distrito David Prater acaba de perder a uno de sus testigos para el próximo juicio penal. Para mí, este no pasa la prueba del olfato”, expresó Spradling.
Registros de la prisión de Oklahoma mostraron que Basco poseía un largo historial de condenas penales en el condado de Oklahoma desde mediados de la década de 1990, involucrado principalmente en delitos por drogas y armas de fuego.
