El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, nombró el viernes al multimillonario gestor de fondos de cobertura Scott Bessent como nuevo secretario del Tesoro.
Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, definió un rol de suma importancia para su futuro gobierno: el de secretario del Tesoro. La decisión que mantenía con sus partidarios acerca de la designación se decantó por Scott Bessent, un multimillonario inversor. No obstante, la designación requiere la validación del Senado, donde los republicanos van a tener mayoría.
Bessent es el fundador de la firma de “macroinversión Key Square Group”, en la pasada campaña electoral albergó un evento de recaudación de fondos para el republicano en Carolina del Sur y Trump lo ha descrito en el pasado como una de las mentes más brillantes de Wall Street. Ahora, es el candidato para desempeñar un papel crucial en la supervisión de una amplia cartera que abarcará el comercio internacional, los impuestos, la regulación financiera y las sanciones estadounidenses.
“Me complace designar a Scott Bessent como 79º secretario del Tesoro de los Estados Unidos. Scott es ampliamente respetado como uno de los principales inversores internacionales, estrategas geopolíticos y económicos del mundo. La historia de Scott es la del sueño americano”, escribió Donald Trump en la red social Truth, espacio digital que lo albergó cuando estuvo vetado en Twitter, antes que la comprara Elon Musk para convertirla en X.
El currículum de Bessent resultó atractivo para Trump: estudió en la Universidad de Yale, una de las más prestigiosas de Norteamérica, y luego fue gestor de la fortuna de George Soros, pero abandonó la firma del inversor y filántropo para montar su propio fondo. Es nativo de Carolina del Sur y está casado con el exfiscal de Nueva York John Freeman, con quien tiene dos hijos. De ser electo, sería el primer funcionario de un gabinete republicano que se definió como abiertamente gay.
Y continuó Trump en Truth, sobre la designación de Bessent: “Ha sido durante mucho tiempo un firme defensor de la agenda ‘Estados Unidos Primero’. En vísperas del aniversario número 250 de nuestro gran país, él me ayudará a marcar el comienzo de una nueva Edad de Oro para Estados Unidos, a medida que fortaleceremos nuestra posición como la principal economía del mundo, centro de innovación y espíritu empresarial, destino del capital, manteniendo siempre el dólar estadounidense como moneda de reserva del mundo”.
A la vez que fustigó a la actual administración y a las anteriores a su primer mandato para explicar su designación: “A diferencia de las Administraciones anteriores, nos aseguraremos de que ningún estadounidense se quede atrás en el próximo y mayor auge económico, y Scott dirigirá ese esfuerzo por mí y por el gran pueblo de los Estados Unidos”, afirmó Trump.
La elección de este candidato a espera de validación parlamentaria se sobrepuso a la de Howard Lutnick, el candidato propuesto por Elon Musk. Lutnick es copresidente de la operación de transición de Trump y ha estado ayudando a proponer candidatos para puestos clave, incluido el Departamento del Tesoro. Sin embargo, Trump le ha confiado otro puesto a Lutnick, que es el de secretario de Comercio, otra área clave.
Bessent heredará el timón del Tesoro de Janet Yellen, quien se desempeñó en ese cargo durante toda la administración de Joe Biden. Ella, a quien definen como metódica y quien es también expresidenta de la Reserva Federal, fue la primera mujer que ocupar el cargo.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos reviste importantes funciones en lo relativo a la política fiscal y financiera del gobierno. Está a cargo de recaudar impuestos, de la emisión monetaria, así como también de los títulos de deuda pública. A la misma vez, se erige la institución como representante del país en numerosos organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Otras de las tareas del Tesoro estriban en el asesoramiento al Poder Ejecutivo en materia de política económica, si bien la toma de decisiones clave en lo teniente a la política fiscal recae en los recintos del Congreso, así como las de la política monetaria lo hacen en la Reserva Federal. Sin embargo, el asesoramiento del Tesoro resulta importante para el diseño de la política arancelaria o para diagramar regulaciones financieras.
