Entre los fallecidos se encuentran al menos 24 niños, y hay más de mil personas heridas.
El número de muertos por la campaña de bombardeos israelíes de este lunes contra diversos puntos del Líbano asciende ya a 356, entre los cuales se encuentran al menos 24 niños, mientras que la cifra de heridos supera los 1.200, informó el Ministerio de Salud Pública libanés en un comunicado.
“Los bombardeos provocaron el martirio de 356 personas, incluido el de 24 niños y 42 mujeres, y dejaron 1.246 heridos”, dijo el departamento, que especificó que este es el nuevo recuento de víctimas de “las continuas incursiones enemigas israelíes” en las localidades del sur del Líbano, el oriental Valle de la Bekaa y Baalbek.
El titular del departamento, Firas Abiad, informó en rueda de prensa anterior que algunos de los ataques aéreos que se suceden desde esta mañana en las regiones meridional y oriental del país alcanzaron ambulancias y centros médicos.
Asimismo, añadió que al menos dos trabajadores sanitarios murieron y otros 16 resultaron heridos por los bombardeos mientras participaban en las operaciones para trasladar a las víctimas a diferentes hospitales.
Desde primera hora de la mañana, Israel está lanzando intensos bombardeos contra diferentes áreas del sur del Líbano y también del Valle de la Bekaa, en el este del país, unos ataques a gran escala que han obligado a miles de familias a abandonar sus hogares.
Los enfrentamientos entre el Estado judío y el grupo chií Hizbulá entraron en una nueva etapa de intensidad desde la semana pasada, cuando explotaran simultáneamente miles de aparatos de comunicación en manos de integrantes de la formación libanesa y varios de sus altos mandos fueron asesinados cerca de Beirut.
Los incidentes dejaron unos 80 muertos y 3.000 heridos en el Líbano, y dieron paso a varias campañas de bombardeos masivos por parte de Israel.
El portavoz castrense Daniel Hagari confirmó este lunes que las Fuerzas Aéreas israelíes atacaron un total de 1.300 objetivos de Hizbulá, como misiles de crucero y cohetes de medio alcance, y dijo que los bombardeos continúan en la que ya es la jornada más letal para el país vecino.
En una conferencia de prensa, Hagari dijo que los objetivos destruidos en gran parte eran armas almacenadas en hogares, incluidos “misiles de crucero que pueden alcanzar cientos de kilómetros, cohetes pesados con una ojiva de una tonelada, cohetes de alcance medio de hasta 200 kilómetros, cohetes de corto alcance y vehículos aéreos armados no tripulados”, detalló.
Hagari aseguró a la prensa hebrea que entre los fallecidos también hay milicianos “que estaban cerca de las armas” y dijo que el Ejército dará sus propias cifras más adelante.
También esta tarde, el Gabinete israelí aprobó una “orden especial” firmada por el ministro de Defensa, Yoav Gallant, que permite imponer restricciones a la población civil en tiempos de emergencia, valida durante 48 horas, si bien todavía no se han anunciado cambios.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo este lunes que, como había prometido, Israel está alterando el “equilibrio de poder” en la frontera norte, tras una jornada de intensos bombardeos contra Hizbulá y más de 180 muertos en el Líbano.
“Nos enfrentamos a días complejos. Prometí que cambiaríamos el equilibrio de poder en el norte y eso es exactamente lo que estamos haciendo”, dijo Netanyahu en un mensaje grabado tras reunirse en la sede militar de Tel Aviv con el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzl Halevi.
El Gobierno libanés anunció este lunes que ha activado por completo un plan nacional de emergencia para asistir al “número considerable” de personas que se están desplazando en diferentes zonas del Líbano tras los bombardeos masivos de Israel.
El anuncio se produjo tras la reunión del Comité Nacional de Coordinación de Respuesta a Desastres y Crisis, en la que se discutió “la nueva situación y los recientes ataques, especialmente contra los civiles y áreas pobladas cerca de pueblos y ciudades” en el sur y en el oeste del país mediterráneo, según un comunicado gubernamental.
Asimismo, indicó que el Gobierno está haciendo un “seguimiento de las cifras de personas desplazadas” y también realizando un censo de población, carentes en el Líbano desde hace décadas, para poder proporcionar la respuesta adecuada.
Asimismo, el Gobierno confirmó que “miles” de familias abandonaron este lunes las regiones del sur y el este del país que están siendo bombardeadas por Israel, en una campaña de ataques sin precedentes en un año de violencia.
“Como consecuencia de estos ataques, se desplazaron miles de familias de las zonas que son objetivos de las acciones”, dijo en una rueda de prensa el ministro de Salud Pública libanés, Firas Abiad, sin ofrecer cifras específicas sobre cuántas personas o zonas se han visto afectadas por las evacuaciones.
También se están registrando salidas de los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye, un bastión del grupo chií libanés Hizbulá, que este lunes ha vuelto a ser objetivo de un bombardeo, apenas tres días después de que otro acabara con la vida de medio centenar de personas.
“No tengo miedo, lo juro, hemos pasado por esto antes. Hemos pasado por una ocupación en el sur y esos cobardes nunca van a quedarse con un trozo de nuestro país”, dijo a una desplazada del Dahye que decidió abandonar el suburbios ante la escalada de las últimas horas.
Según la Agencia Nacional de Noticias (ANN), la entrada a la ciudad meridional de Sidón, en la principal autovía costera del país, está registrando fuertes atascos debido a la cantidad de vehículos que están abandonando las zonas más al sur.
En plena escalada, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, mandó un aviso a los civiles israelíes, y dijo que “el público deberá mostrar compostura, disciplina y una obediencia total” a las órdenes del Ejército.
“La diferencia entre el éxito y el fracaso dependerá de que los civiles entren en los refugios y otras áreas de acuerdo con las instrucciones que reciban. Esto salva vidas”, dijo el ministro durante una reunión para evaluar la situación de seguridad en el interior del país.
A pesar de la escalada, las directrices militares para la población civil no han cambiado y, de momento, solo hay restricciones en el norte de Israel, donde están prohibidas las reuniones en exteriores de más de 10 personas y en interiores de más de 100 personas; las escuelas y las playas están cerradas; y los lugares de trabajo deben desarrollar su actividad cerca de refugios antiaéreos.
La misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL) advirtió este lunes de que los ataques contra la población civil “pueden constituir crímenes de guerra”, después de que Israel realizara bombardeos masivos contra el sur del país.
“Según informes de las autoridades libanesas, cientos de personas han resultado muertas o heridas. Los ataques a civiles no solo son violaciones del derecho internacional, sino que pueden constituir crímenes de guerra”, dijo la misión de Naciones Unidas en un comunicado.
China instó a sus ciudadanos residentes en Israel a que abandonen el país “lo antes posible” en medio de las tensiones que mantiene con el grupo chií Hizbulá, que han generado “una situación de seguridad grave, compleja e impredecible”.
Por su parte, los ministros de Exteriores de Egipto, Badr Abdelaty, y Líbano, Abdalá Bou Habib, instaron a los “países activos” y a las Naciones Unidas a “asumir su papel” para evitar que los enfrentamientos se conviertan en un “conflicto regional a gran escala”.