La Corte Suprema de Argentina ratificó la condena por corrupción contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, dejándola inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos y obligándola a cumplir seis años de prisión. La decisión provocó una fuerte polarización política y manifestaciones masivas en su apoyo.
Mientras sus seguidores denuncian una persecución judicial para proscribirla, sectores del oficialismo y hasta rivales tradicionales, como el Partido de los Trabajadores, han manifestado su respaldo, alegando que se atentó contra la democracia.
Fernández de Kirchner, quien había anunciado su candidatura como diputada para las elecciones de septiembre, enfrenta ahora un inminente proceso de detención. Sus abogados han solicitado prisión domiciliaria, dado que tiene 72 años. El peronismo, por su parte, afirma que el fallo ha reforzado su unidad política de cara a 2027.