Con una licenciatura en administración de empresas, prefirió integrar un equipo, pero no de futbol, decidió ser parte de la banda “Los Pitagoras”, para secuestrar y extorsionar. Terminó descuartizado en motín de Xela.
Cada ser humano tiene en sus manos la oportunidad de hacer de su vida algo ejemplar y digno de ser admirado o ser reconocido por ser un desalmado delincuente.
Esto le pasó a Edgar Estuardo Márquez Sigüenza, alias “Chabelo”, ex integrante del equipo de fútbol del Xelajú, quien no aprovechó la oportunidad que le dieron sus padres de ser un guatemalteco ejemplar.
Márquez siendo un licenciado en administración de empresas decidió jugar en lado equivocado, pues pese a contar con estudios superiores, decidió ser parte de una organización criminal que se dedicaba al secuestró de personas.
Márquez, cumplía una condena de 85 años por varios delitos, entre ellos, plagio o secuestro y asociaciones ilícitas.
Durante su estadía en la cárcel, el exjugador de fútbol, se convirtió en un escolta de Edvin Humberto Guerra Ipiña (también masacrado), reo señalado de extorsionar a otros privados de libertad.
Su mala decisión lo llevó a perder la vida durante el motín, pues él y Edvin, eran los encargados del sector 8 cuando ocurrió la matanza.
Su cuerpo fue uno de los que se encontró mutilado dentro del patio de la Granja de Rehabilitación Cantel ubicada en Quetzaltenango, durante el motín registrado la noche del miércoles 19 de mayo de 2021.