A los que se dedican a robar en negocios en la cabecera departamental de Santa Cruz El Quiché, conoce y saben perfectamente en el momento sean sorprendidos son agarrados por los comunitarios y posteriormente son llevados a la alcaldía indígena para aplicar el castigo maya, como son los 21 azotes en la espalda y las piernas, previo de la corrección son paseados sobre la baqueta del parque de la localidad juntos con el producto hurtado caminando de rodilla, ante la mirada de numerosas personas.
Como sucedió con los detenidos preventivamente identificados como Diego Hernández , originario de Mazatenango se apoderó de dos cortes típicos y pantalones, mientras Pedro Pérez de Santa María de Nebaj, le hallaron tres aparatos para construcción, mientras la Policía Nacional Civil, regularmente no intervienen en estos casos como ya tienen conocimiento que los líderes comunitarios les aplican el castigo maya, luego los suelta con la advertencia que la próxima serán linchados.
Por fortuna para los supuestos delincuentes, robaron en la cabecera departamental y respetaron sus vidas, caso contrario en una comunidad en la región de El Quiché, los atrapan y los queman vivos, en las entradas de las aldeas tienen colocado mantas de advertencia que dice “ladrón visto, ladrón quemado”.