A los 125 años falleció Don Andrés López, el sobreviviente de una de las erupciones más grandes en la historia de Guatemala en los últimos 200 años. “Yo era pequeño, pero mucha gente migró porque las casas quedaron sepultadas”, contó en una entrevista. ¡Qué en paz descanse!
Don Andrés López, es de las pocas personas que logran llegar a tan avanzada edad. Nació en San Miguelito Génova, Costa Cuca en 1897, sus padres eran originarios de San Martin Chileverde, Quetzaltenango.
En el 2016, teniendo 116 años de edad, heredó sus energías y su autoridad a uno de los principales del Consejo de Ancianos de San Martín Chileverde, a quien en ese entonces recomendó cuidar el pueblo más antiguo “maya mam” que viene desde Huehuetenango, Chiapas, San Marcos, Quetzaltenango y lo que hoy es Retalhuleu.
El abuelo Andrés, como le decían, también sobrevivió el terremoto del 1976, y la erupción del volcán Santa María en 1902, que lanzó 20 kilómetros cúbicos de material volcánico fue expulsado durante 19 días. La columna de ceniza alcanzó una altura de hasta 28 kilómetros.