En esta fecha, se tienen previstas distintas actividades para honrar a la Virgen.
Como ocurre cada 12 de diciembre, cientos de guatemaltecos devotos a la virgen de Guadalupe acudieron desde la madrugada a su Santuario, ubicado 1ª avenida y 8ª calle de la zona 1 capitalina, algunos estaban desde ayer 11 de diciembre cuando se brinda una serenata a la guadalupana.
Pese a las condiciones del clima, y aunque no se observó una afluencia tan grande en las primeras horas de la mañana como otros años, muchas familias ya estaban en el santuario desde temprano, con sus niños vestidos con trajes mayas como manda la tradición de presentarlos a la virgen de esa manera durante 7 años consecutivos.
Para los devotos, esta fecha es muy especial para visitar a la Virgen de Guadalupe, para agradecer o pedir milagros, pues hay personas que aseguran que han recibido sus favores en situaciones difíciles como enfermedades graves o en anhelos muy grandes del corazón.
Para este día se tienen previstas varias actividades conmemorativas a la guadalupana, como las diferentes eucaristías que habrá, los rezos, la oportunidad de entrar al templo para contemplarla y encender una vela por las peticiones.
Asimismo, se tiene programado el cortejo procesional que partirá del santuario a las 15:00 horas para recorrer diferentes calles y avenidas y pasar por varios templos de la zona 1, para retornar cerca de la 1:00 de la mañana del 13 de diciembre.
Otro detalle característico de esta conmemoración es la feria que se instala en los alrededores del santuario, en donde los guatemaltecos pueden encontrar muchos negocios que ofrecen alimentos típicos de la época y de la festividad, así como los tradicionales dulces guatemaltecos, entre otros.
Asimismo, los tradicionales stands de fotografías, creativamente diseñados, para que las personas lleven un recuerdo de este día a su hogar.
La devoción a la Virgen de Guadalupe data de finales de mil ochocientos, derivado de las apariciones de la madre de Dios al indígena Juan Diego en el cerro del Tepeyac, y que fueron documentadas por la iglesia católica en el siglo XVI.
Se tienen datos que la escultura procesional del Santuario en Guatemala fue tallada en madera en 1892 por Juan Ganuza y que salió por primera vez en recorrido procesional, el 12 de diciembre de ese año, hasta nuestros días.