Esta plaga podría ser mortal si no es tratada a tiempo e incluso los mismos humanos pueden llegar a infectarse.
El gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) es una plaga que causa estragos en la industria ganadera y en la salud pública. Esta especie es una mosca parásita que deposita sus larvas en heridas de animales de sangre caliente, cuyas larvas se alimentan de los tejidos vivos. Se pueden llegar a registrar casos en los humanos, como ocurrió recientemente en Nicaragua.
Originaria de América, esta plaga es responsable de pérdidas millonarias debido a las infecciones que generan en el ganado y animales silvestres, causando dolor y muchas veces la muerte, si no se trata a tiempo.
Identificar la presencia del gusano barrenador es fundamental para evitar su propagación. Los signos visibles incluyen heridas abiertas en el ganado que no cicatrizan y que, en su interior, muestran larvas de color crema con aspecto de gusanos pequeños. Estas heridas suelen ser profundas, ya que las larvas se alimentan vorazmente de la carne viva. Otro indicio es el comportamiento inquieto del animal, que puede rascarse o morderse la zona afectada, e incluso apartarse del grupo.
Es importante tener en cuenta que este tipo de heridas, en ocasiones, se asemejan a infecciones comunes, por lo que es esencial una inspección cercana y rápida intervención.
Si se sospecha de la presencia del gusano barrenador, se recomienda actuar de inmediato. Primero, aísle al animal afectado para evitar el contagio a otros, ya que la mosca hembra suele poner huevos en las heridas abiertas de otros animales cercanos. La limpieza de la herida es crucial: se debe retirar manualmente a las larvas y desinfectar la herida con productos veterinarios adecuados. En algunos casos, puede requerirse la intervención de un veterinario que administre tratamiento específico.
Además, en las áreas rurales, es recomendable implementar trampas para moscas y aplicar insecticidas en el entorno de los animales, lo cual ayuda a reducir la población de moscas y evita nuevas infestaciones.
Ante la llegada del primer caso de gusano barrenador a Guatemala en las últimas tres décadas, que afectó a una ternera de dos meses en el municipio de Los Amates, Izabal, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) ha implementado varias medidas de bioseguridad en las unidades de producción pecuaria. Esto incluye el fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica en animales de sangre caliente y la habilitación urgente de laboratorios oficiales para diagnósticos especializados, tanto presenciales como a través de telediagnóstico mediante imágenes digitales.
Además, el MAGA reforzará los controles en puertos, aeropuertos y fronteras, con prioridad en aquellos puntos de ingreso de animales procedentes de países donde la plaga está activa.
La comisión encargada de coordinar el estado de emergencia en todo el país se constituirá con miembros clave del MAGA, incluyendo al Viceministro de Sanidad Agropecuaria y Regulaciones, el director de Sanidad Animal y otros funcionarios de alto rango en vigilancia y control epidemiológico.
Esta comisión tendrá la facultad de invitar a expertos y representantes de organismos internacionales, tales como el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), para colaborar en la contención de la plaga.
Si sabe de algún caso sospechoso de infestación por el gusano barrenador del ganado debe notificarlo a la sede del MAGA más cercana o por un mensaje de texto al número de WhatsApp 3570-7727, para recibir acompañamiento presencial en el manejo sanitario de cada caso.
El acuerdo ministerial también contempla la capacitación y sensibilización de los propietarios de animales, veterinarios y técnicos pecuarios para identificar los síntomas del gusano barrenador y notificar de inmediato cualquier sospecha.
Estas acciones son vitales para mantener un monitoreo continuo y permitir una respuesta temprana en caso de que se detecten nuevos brotes. La estrategia busca no solo la contención de la plaga, sino también educar a los productores sobre las consecuencias de su propagación y los procedimientos para reportar posibles infecciones.
La intervención oportuna y el manejo adecuado pueden hacer una gran diferencia para contener esta plaga y evitar daños mayores.