El lago de Amatitlán enfrenta una nueva crisis ambiental tras la llegada de aproximadamente 60 camionadas de residuos y desechos sólidos flotantes durante la noche y la mañana de este viernes 6 de septiembre. Los desechos fueron arrastrados por la corriente del río Villalobos, cuya desembocadura conecta directamente con el lago.
Este evento, que se repite cada temporada de lluvias, pone en evidencia la falta de manejo adecuado de los residuos sólidos en las áreas urbanas y rurales aledañas al río. El aumento del caudal arrastra basura y desechos acumulados en los márgenes, los cuales terminan en el lago, afectando gravemente su ecosistema y generando un impacto negativo en la biodiversidad y la salud pública.
La AMSA dijo que en agosto fueron retirados 10,300 metros cúbicos de desecho del lago.
Agrego que los principales desperdicios sacados del agua y sus playas fueron
Vidrio, plástico, madera, plantas acuáticas, ropa y calzado y metal.
El Lago Amatitlán, situado en las cercanías de la Ciudad de Guatemala, ha enfrentado graves problemas de contaminación en las últimas décadas.
Considerado un importante recurso hídrico y turístico, este cuerpo de agua ha sufrido un deterioro ambiental significativo debido a la descarga indiscriminada de desechos industriales y domésticos.
La falta de tratamiento adecuado de las aguas residuales y la deforestación en las zonas aledañas han contribuido al aumento de nutrientes y contaminantes en el lago, provocando la proliferación de algas tóxicas que afectan la calidad del agua y la biodiversidad local.