miércoles, enero 8, 2025

Miembros de la comunidad Lev Tahor se resisten a recibir comida

Los menores, desgraciadamente se resisten a la comida que se les brinda en el albergue y únicamente quieren la comida de los miembros de la comunidad, algo que fue estrictamente prohibido por un juez.  

Desde el pasado 22 de diciembre, alrededor de 205 personas, entre menores de edad y algunas mujeres, de la secta Lev Tahor, permanecen en el albergue Casa Nuestras Raíces, esto por orden de juez. Sin embargo, su estadía se ha complicado debido a que se resisten a recibir los alimentos que proporciona la secretaría, especialmente las mujeres.

Lo cual también influye en los menores, especialmente en sus hijos. La situación es preocupante debido a que esto se podría convertir en una situación muy perjudicial para su salud.

A través de un comunicado, la Secretaría de Bienestar Social (SBS) divulgó lo que ocurre y reitera el compromiso de garantizar la alimentación culturalmente adecuada para estas personas.

La entidad reitera que el albergue cuenta con alimentos suficientes y adecuados para las niñas, niños y adolescentes bajo su resguardo, respetando las costumbres y prácticas religiosas del grupo, asegurándose que los alimentos sean pertinentes culturalmente.

De igual manera enfatiza que por orden de juez no pueden permitir el ingreso de comida por parte de integrantes de la secta.

De la misma manera informaron que para que ellos puedan preparar sus propios alimentos, tal como lo hacen, habilitaron un área de cocina dentro del albergue, con la supervisión del personal de la SBS.

“Esta cocina está equipada con productos y procedimientos que respetan la identidad cultural y religiosa de los albergados, permitiendo que puedan preparar su alimentación de acuerdo con sus prácticas”, señaló la entidad.

Pese a ello, las mujeres insisten que sólo recibirán los alimentos que les lleven miembros de su secta, ya sea los líderes o sus esposos. Algunos se encuentran afuera del albergue y otros en una finca en Oratorio Santa Rosa, en donde se encontraba la comunidad antes de los allanamientos.

El Secretario de Bienestar Social Marvin Rabanales brindó declaraciones y se refirió a que, sumado a la negativa de recibir alimento, también se ha desencadenado un comportamiento agresivo por parte de los niños albergados.

Se tiene información de que lanzan la comida al personal y también causan otros daños en el área del albergue en donde se encuentran.

Señaló que es un comportamiento similar al que se observó la primera vez que fueron trasladados al albergue Álida España, y de igual manera a cuando los trasladaron a Casa Nuestras Raíces, cuando causaron destrozos en un aula.

“Desafortunadamente son niños y adolescentes que, aunque no superan los quince años, a la alerta de algún adulto o a la señal de alguien que los manipula, pues reaccionan de esa manera. Es triste ver cómo un niño de tan corta edad tiene esos comportamientos agresivos y violentos lo cual es fruto de una construcción o historias que han vivido desde siempre”, puntualizó.

También se refirió a los esfuerzos de la secretaría por alimentarlos adecuadamente.

“La secretaría está facilitando la alimentación de los abrigados, sin embargo, todos los días existe la negativa, especialmente de las madres adultas y adolescentes a recibirla. Ellas manifiestan que, por sus creencias, por su religión no pueden recibir nada que provenga de los hombres de su secta y esto trae serios conflictos internos porque nosotros tenemos una orden de juez que nos obliga a restringir al máximo lo que provenga del exterior y ese es un descontento diario de los abrigados pues insisten en recibir sólo lo que provenga de su gente. Esto es grave porque limita las posibilidades de una alimentación lo suficientemente balanceada para que ellos puedan vivir dignamente dentro del albergue”, indicó.

El pasado 20 de diciembre, el Ministerio Público a través de la Fiscalía contra la Trata realiza allanamientos para resguardar la integridad de alrededor de 160 menores y algunas mujeres que aparentemente estaban siendo abusados en sus derechos.

Fueron trasladados al albergue Alida España, contiguo a donde están actualmente, pero estando ahí fueron extraídos de manera inadecuada por parte de los líderes de la secta, pero luego un juez ordenó trasladarlos al albergue Casa Nuestras Raíces.

Desde el 22 de diciembre han permanecido ahí y luego se estableció un cordón por parte de la PNC para garantizar la seguridad de ellos y evitar cualquier intento de retirarlos de la misma manera que anteriormente por parte de los líderes.

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