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Miles de migrantes centroamericanos arriban a la frontera en un solo día

Los extranjeros son de Guatemala, Honduras, El Salvador y Venezuela entre otras nacionalidades. Aquí te contamos como los cárteles de narcotráfico mexicanos los marcan.

Elementos de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos reportaron la detección de 1 mil migrantes en un sólo día.

La llegada de migrantes indocumentados a EE. UU. ha vuelto a romper todos los récords conocidos. Según la Oficina de Aduanas y Protección fronteriza (CBP), en el mes de abril se registraron las mayores cifras de los 20 últimos años: más de 178 mil personas llegaron de manera irregular, en muchos casos poniendo su vida en riesgo.

Cae la noche en el Río Grande y comienza el trajín de personas sin papeles atravesando sus aguas.

En el lado mejicano lo conocen como Río Bravo, en referencia a las fuertes corrientes que agitan sus aguas, una trampa peligrosa y a veces mortal para las decenas de migrantes indocumentados que cada día se atreven a cruzarlo huyendo de la hostilidad, el hambre y la pobreza que sufren en sus países.

La frontera sur es una de las entradas más utilizadas por las mafias para introducir personas de manera ilegal al país. Ni siquiera les importa que cuando llegan a suelo estadounidense lo hacen a una finca que es propiedad privada. El propietario, vecino de la localidad de Roma, ya ni se molesta en cerrar la valla, harto de que la salten y la destrocen constantemente.

Tres kilómetros separan la carretera principal de la orilla.

El camino no es nada agradable: oscuro, angosto, con serpientes y mucha oscuridad. “Gracias a una pequeña linterna podemos ver el rastro que han dejado otros migrantes que las noches anteriores pasaron por aquí”, afirmó una migrante.

 Una manta de bebé, alguna muñeca, una gorra del equipo de béisbol de los Mets y dos sandalias, son algunos de los objetos olvidados en el camino. Lo que más llama la atención es la cantidad de pulseras de plástico de distintos colores que hay en el suelo. En ellas se lee “entrega” o “llegada”.

De estos brazaletes dependen muchas veces las vidas de los migrantes. Los cárteles mexicanos las usan para marcar a las personas que han pagado de las que aún no lo han hecho.

 Los que viajan abonando su boleto a los traficantes, o los que se arriesgan a subirse a la barca por su cuenta. Estos últimos corren el peligro de ser secuestrados durante el trayecto para pedir una fianza a cambio de su liberación. En otras ocasiones, las mafias no les dejan ni siquiera bajarse de la embarcación. Si la pulsera no es la adecuada, los devuelven de nuevo al lado mexicano.

Las aguas del Río Grande son peligrosas, pero su orilla también lo es. La Guardia Nacional no suele esperar a los migrantes en la orilla; sin embargo, el Gobierno estadounidense les ha pedido ayuda ante la avalancha de personas que están tratando de entrar al país por este punto. 

Tras algunas horas de espera, llega la primera embarcación. Si se le puede llamar así. Es una frágil y pequeña balsa hinchable sin ningún tipo de seguridad. Cuesta verla en medio de tanta oscuridad, hasta que el foco de la cámara se enciende y se ve a un hombre que esconde su rostro detrás de una de esas máscaras de lucha libre mejicana, rema con fuerza mientras se acerca a la orilla. Es el coyote, el encargado de pasar migrantes de un lado a otro de la frontera. Cada persona que sube a su barca le ha pagado entre $10,000 y $12,000 por un trayecto que no dura ni cinco minutos, pero que supondrá un giro de 360 grados para el resto de sus vidas.

Hasta ahora la figura del coyote había quedado en segundo plano. Tal era su inmunidad, que algunos incluso anunciaban sus servicios en redes sociales. Pero la administración de Joe Biden ha decidido cambiar de estrategia, y desde ahora se centrará en perseguirlos a ellos también en el marco de la llamada ‘Operación Centinela’. Los traficantes y sus cómplices tendrán que responder en adelante por sus fechorías con la revocación de sus documentos y se les congelarán las cuentas bancarias o negocios que puedan poseer en Estados Unidos. 

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